Tezcatlipoca (Deidad azteca)
Tezcatlipoca fue una deidad de los mexicas y estaba asociado con la luna, la muerte y la destrucción. A la llegada de los europeos a Mesoamérica, esta deidad contaba con los segundos ritos más importantes del Altiplano Central por imposición de los mexicas o aztecas. ¡A continuación les brindaremos más información sobre Tezcatlipoca , acompáñanos!.
Etimología ¹

La terminología náhuatl de Tezcatlipoca significa en español «Espejo humeante», ya que deriva de la traducción de tezcatl (espejo); i (su) y poca (humo). Sin embargo, la presencia de Tezcatlipoca también se encuentra en diversas culturas mesoamericanas y su significado varía dependiendo de la región y el lenguaje específico. Por ejemplo, vale aclarar que para algunas localidades a Tezcatlipoca se lo conoce como Tlacatecólotl (Hombre buho); Yaotzin (el venerable enemigo); Yohualli Ehécatl (metáfora de lo invisible), etc.
Culto ²
Creado por la “Pareja Suprema”, Tezcatlipoca es uno de los dioses más antiguos de la mitología mesoamericana. Es antagonista de su hermano Quetzalcóatl, ya que este es el dios civilizador, benéfico y bondadoso; totalmente opuesto a Tezcatlipoca quien representa la maldad y devastación, aunque ambos contribuyeron en la restauración de la bóveda celeste tras la caída del Cuarto Sol.
Tezcatlipoca puede ser catalogado como el dios más cambiante del panteón azteca y dotado de un carácter omnipresente, omnisciente y omnividente. Visto como el Sol nocturno y relacionado con la luna; los dioses estelares; y aquellos que representan la muerte, la maldad o la destrucción.
Y de estos cuatro hijos de Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, el Tezcatlipoca era el que sabía todos los pensamientos y estaba en todo lugar y conocía los corazones, y por esto le llamaban Moyocoyani, que quiere decir que es todopoderoso… Estos dioses tenían estos nombres y otros muchos, porque según en la cosa en que se entendían, o se les atribuían, así le ponían nombre, porque cada pueblo les ponía diferentes nombres, por razón de su lengua, y ansí se nombran de muchos nombres.”
Tezcatlipoca es al mismo tiempo responsable de la fortuna y éxitos de sus creyentes, como también autor de guerras y enfermedades causadas por su ira. Según los códices, sus mandatos eran supremos y nadie podía contradecirlos. Debido a ello, fue una deidad muy temida y respetada por sus creyentes. Otra de sus características es la invisibilidad, por lo que sus seguidores le construyeron asientos en los caminos para que pueda descansar, a pesar de que ellos no pudieran verlo. Con su faceta eternamente joven, encarna la belleza y virilidad de la juventud presidiendo la casa de los guerreros.

Atribuciones
- En la cotidianidad, sus creyentes sostenían que si en la noche escuchaban golpes, era señal de que Tezcatlipoca vagaba como fantasma, lo cual era escalofriante para los temerosos, sin embargo, en el otro extremo los sacerdotes y guerreros pedían al fantasma alguna bendición.
- En su honor, los nobles le ofrecían perfumes y codornices, mientras que los plebeyos oraban y solicitaban mercedes.
- Tezcatlipoca era patrono de hechiceros y asaltantes, aspecto relacionado a su atractiva figura humana junto a un lenguaje cautivador y engañoso.
- En honor a Tezcatlipoca se celebraban las segundas ceremonias en importancia después de las correspondientes a Huitzilopochtli. La fiesta se llevaba a cabo el 19 de mayo y se llamaba Toxcatl , el cual consistía en el sacrificio simbólico de un joven que representaba a Tezcatlipoca.
Bibliografía
¹ – Keraudren, Patrick Johansson. Tezcatlipoca o Quetzalcóatl: una disyuntiva mítico-existencial precolombina. 1993
² – Mandrini, Raúl. América aborigen: De los primeros pobladores a la invasión europea. Buenos Aires. Siglo Veintiuno Editores,2013.
-Porro Gutierrez, Jesús M. & Lucía Pérez Flores. La religión azteca. Facultad de Filosofía y Letras. Valladolid. 2018.
-Portilla, Miguel León. Ometeotl, El supremo dios dual, y Tezcatlipoca «Dios principal». 200.
-Siméon, Rémi. Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana, Ed. Siglo XXI. 2007.

Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.