Semana de Mayo de 1810
La Semana de Mayo de 1810 es el nombre que recibe el período de tiempo en el que se desarrollaron una serie de hechos revolucionarios en la ciudad de Buenos Aires. En aquella época esta ciudad era la capital del Virreinato del Río de la Plata y dependía directamente de la corona española. Estos acontecimientos fueron los primeros pasos hacia la futura declaración de independencia Argentina.
La semana inició el viernes 18 con la confirmación oficial del derrocamiento de la Junta Suprema Central en España y termina el viernes 25 con la destitución del Virrey Cisneros y la conformación de la Primera Junta de Gobierno.
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Semana de Mayo: Viernes 18
Cuatro días antes, el día lunes, había arribado a Buenos Aires una fragata inglesa que traía noticias importantes que confirmaban los intensos rumores que circulaban por la ciudad. Todos querían saber si ciertamente la Junta Central en Sevilla había caído en manos de Napoleón Bonaparte y su ejército francés.
La proclama del Virrey Cisneros
La población de a pie no sabía leer ni escribir, por lo que las noticias eran leídas por los pregoneros a petición del Virrey. La proclama que se leyó en aquella oportunidad advertía a los pueblos del virreinato que, en el caso de una pérdida total de la península y ausencia del Supremo Gobierno, el Virrey Cisneros iba a asumir el poder en compañía de autoridades de la Capital y el virreinato.
En acuerdo con los demás virreyes de América crearían una Regencia Americana que representaría al rey Fernando VII. Cisneros dejaba claro que no buscaba el mando sino la gloria de defender el monarca contra cualquier dominación extranjera. Culminaba previniendo al pueblo de “los genios inquietantes y malignos que procuran crear divisiones”.
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El futuro incierto del virreinato
Mientras se percataban de la gravedad de las circunstancias, el tono de las conversaciones políticas aumentó y se hacía más candente en los cuarteles y los cafés. Todos hablaban de política y deducían cuál sería el futuro del virreinato.
En este punto, la situación de Hidalgo de Cisneros era ya complicada, su nombramiento como virrey provenía de una Junta que había sido disuelta y quedaba cuestionada la legitimidad de su mandato. Esto sin lugar a dudas, favoreció las condiciones para que los patriotas que secretamente venían reuniéndose en jabonería de Vieytes tomaran acción.
La noche de aquel viernes 18, los revolucionarios se reunieron donde Rodríguez Peña y tomaron la decisión de exigir al virrey convocar un Cabildo Abierto y tratar la situación del virreinato debido a lo sucedido en España. Martín Rodríguez y Juan José Castelli son los encargados de entrevistarse con Cisneros.

Semana de Mayo: Sábado 19
Continuaron las reuniones hasta el sábado 19 en la madrugada. Por la mañana de ese día, se solicitó al Alcalde Lezica convocar un Cabildo Abierto, el requerimiento fue hecho por Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano. Mientras tanto, Juan José Castelli conversó en este mismo sentido con el síndico Leiva.
Semana de Mayo: Domingo 20
Cisneros pide el apoyo a los jefes militares el domingo 20, pero los militares rehúsan brindarle ayuda al virrey en caso de una rebelión. Aquella noche, Castelli y Rodríguez insisten en convocar Cabildo Abierto. Para el virrey era una solicitud insolente y atrevida y quiso improvisar un discurso, pero fue advertido por Rodríguez que solo contaba con 5 minutos para tomar la decisión.
Hidalgo de Cisneros responde que hagan lo que quieran, al final el pueblo no lo quiere y el ejército lo está abandonado. Convoca entonces el Cabildo para el día 22 de Mayo.
Semana de Mayo: Lunes 21
Como de costumbre, el lunes por la mañana se reúne el Cabildo para analizar los temas de interés para la ciudad. Sin embargo, la sesión se ve interrumpida al poco tiempo por un grupo de 600 hombres con pistolas y puñales que ocuparon la Plaza Victoria. En los sombreros llevaban el retrato del rey Fernando VII y en las solapas resaltaba una cinta blanca, que simbolizaba la unidad criollo-española.
Estos revolucionarios estaban capitaneados por Domingo French y Antonio Luis Beruti. Se hacían llamar la “Legión Infernal”, gritaban exigiendo la convocatoria del Cabildo Abierto. Al pedido de esta multitud armada, los cabildantes acceden a su pedido.
Al balcón sale el síndico Leiva y anuncia oficialmente el anhelado Cabildo Abierto para el siguiente día. Los “infernales” no están contentos solo con eso, quieren que el virrey sea suspendido. Cornelio Saavedra, Jefe del regimiento de Patricios, los calma garantizando el apoyo de los militares a sus exigencias.
Semana de Mayo: Martes 22
Desde muy temprano comenzaron a llegar los cabildantes. Concurrieron solo 251 de un total de 450 invitados, además de una barra entusiasta. Los discursos duraron hasta cuatro horas, discutiéndose si debía o no seguir el virrey en el cargo.

Los ánimos estaban caldeados y se hacía cada vez más tenso el ambiente. Una gran mayoría aprobaba que el virrey fuera destituido, pero en lo que no concordaban era en quien asumiría el poder y de qué forma.
Castelli planteó que lo hiciera el pueblo por medio del voto, el jefe de los Patricios, Saavedra, pensaba que lo mejor era que el gobierno fuese organizado por el Cabildo directamente. El inconveniente era que quienes conformaban el Cabildo, casi todos españoles, apoyaban al virrey.
El debate fue muy acalorado, a quienes no votaban por Cisneros eran víctimas de mofa, eran escupidos, se les chiflaba e insultaba.
Semana de Mayo: Miércoles 23
El conteo de los votos se hizo el miércoles 23 por la mañana y se redactó un documento, donde decía que después de un examen minucioso de la regulación realizada, el resultado era que el virrey debía abandonar el mando. El poder recaería de forma provisional en el Cabildo hasta que se erigiera una nueva Junta que el mismo Cabildo conformaría.
Semana de Mayo: Jueves 24
El Cabildo designa una Junta de Gobierno, pero presidida por el mismísimo virrey y conformada por cuatro vocales: José de los Santos Inchaurregui y Juan Nepomuceno Solá (españoles); Cornelio Saavedra y Juan José Castelli (criollos). Esta decisión fue una verdadera burla a la voluntad popular.
Las reacciones no se hicieron esperar, las milicias y el pueblo reaccionaron. Saavedra y Castelli se niegan a formar parte de la junta y renuncian inmediatamente a estos cargos. El coronel Manuel Belgrano perdió la paciencia y juró aquel día que si el virrey no había renunciado a las 3 pm del día inmediato, él mismo lo derribaría con sus armas.
Durante la noche, Saavedra y Castelli se presentan en la casa de Hidalgo de Cisneros con intenciones de pocos amigos y logran la renuncia del virrey. La Junta recién conformada queda disuelta y se convoca al Cabildo nuevamente el día siguiente.
Semana de Mayo: 25 de mayo de 1810
Los registros indican que aquella mañana del 25 de mayo de 1810 estaba lloviendo y el clima era frío, pero no sucedía lo mismo con el ánimo del pueblo que estaba encendió y expectante.
Milicianos y vecinos estaban reunidos a las afueras del Cabildo esperando que la situación se definiera, Antonio Beruti y Domingo French encabezaban aquella multitud. Las horas pasaban y continuaban las discusiones. Los jefes militares fueron convocados, pero estos indicaron que no mantendrían en el poder a la Junta del día 24 porque sus tropas no iban a responder.
Beruti exige respuesta del Cabildo
Mucha gente abandonó el lugar y se fueron a sus hogares, cansados de esperar. El síndico sale al balcón y pregunta: “¿Dónde está el pueblo?”. Antonio Luis Beruti seguido de un grupo de infernales irrumpen en la sala capitular y exige que dejen de burlarse del pueblo que espera armado en los cuarteles y en el vecindario. Y culmina expresando que no están dispuestos a seguir sufriendo demoras y engaños. Si regresaban sería con las armas y no responderían por sus actos.
En poco tiempo se anuncia finalmente que una Nueva Junta de Gobierno se había formado. Cornelio Saavedra sería el presidente. Juan José Paso y Mariano Moreno, los secretarios. Junto a seis vocales: Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga (militar), Manuel Alberti (sacerdote), Juan Larrea y Domingo Matheu (comerciantes). La historia cambiaría desde aquel insigne día.
La máscara de Fernando VII
La nueva Junta sostuvo que gobernaría en nombre del rey español Fernando VII, pero esto fue para algunos una simple estrategia política, la cual llamaron “máscara de Fernando”. Esto indicaba que gobernarían en nombre de la corona española solo por las apariencias, pero realmente querían declarar la independencia.
Todavía no era el momento, no eran tan fuertes para dar un paso tan importante. La máscara se sostiene hasta el día 9 de julio de 1816, cuando oficialmente es declarada la independencia.
Apasionado por la cultura y la historia mundial. Redactor digital a tiempo completo.