Segunda guerra Sino-japonesa (1937-1945)
La Segunda guerra sino-japonesa inicia el 7 de julio de 1937, con el choque de las fuerzas de la República China y las del invasor Imperio de Japón, y finaliza, luego de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, el 9 de septiembre de 1945. Este conflicto tiene su antecedente en la Primera guerra sino-japonesa de 1894-1895 donde el Imperio Chino resultó derrotado.
En el siguiente artículo repasaremos los antecedentes, las características y las batallas más importantes de la Segunda Guerra Sino-japonesa, como también su desenlace y consecuencias⁽¹⁾. ¡Acompáñanos!
Antecedentes de la Segunda Guerra Sino-japonesa
Bajo la dinastía de los Qing, el Antiguo Imperio Chino (que concluyó su historia en 1912 con la Revolución China y el establecimiento de la República) sufrió a lo largo de todo el siglo XIX la presión imperialista de países occidentales como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, pero también de Japón. China debió enfrentar la Primera (1839-1842) y Segunda Guerra del Opio (1856-1860), además sufrió la invasión de Japón en lo que fue la Primera Guerra Sino-japonesa (1894-1895). Por último, debió soportar la invasión de fuerzas militares de 8 potencias que pusieron fin a la Rebelión de los Bóxers en 1901.
La Primera Guerra Sino-japonesa dejó en claro los intereses del imperialismo japonés, buscaban los recursos chinos para acrecentar su poderío y competir con las potencias extranjeras. Japón triunfó en dicha guerra, ganando territorio (entre ellos Taiwán) y ventajas comerciales sobre China.
Tratado de Versalles
Luego de la Primera Guerra Mundial (donde China estuvo del bando ganador) con el Tratado de Versalles, se dieron a Japón concesiones sobre el comercio y recursos chinos, además de instalarse en el territorio del noreste de China. Esto perjudicaba a China, así surge el Movimiento del 4 de mayo de 1919, donde miles de chinos protestaron contra el Tratado de Versalles. A partir de aquí Japón aumentaría su presencia en China.
El estado títere de Manchukúo
En 1932 Japón logró fundar un estado títere en Manchuria, conocido como Manchukúo, fue desde aquí que las fuerzas armadas japonesas idearon la invasión a China, durante 5 años Japón fortaleció su presencia en esta región y siguieron dominando territorio. Japón se vio presionado a buscar los recursos chinos luego de la Gran Depresión de 1929, ya que la crisis mundial que se desató afectó fuertemente a las exportaciones e importaciones japonesas. Controlar el territorio de Manchukúo era una forma de apoderarse de los recursos económicos del territorio.
Mientras tanto la República China atravesaba una intensa guerra civil entre el Kuomintang (partido nacionalista que controlaba el gobierno) liderado por Chiang Kai-shek, y el Partido Comunista Chino que tenía como líder a Mao Zedong, debilitando su posibilidad de enfrentar a los japoneses. Esto cambió en 1937, cuando los chinos no tuvieron más opción que resistir militarmente a Japón o rendirse; ambas fuerzas políticas se unieron contra el enemigo común, aunque luego del final de la guerra volvieron los enfrentamientos entre ambos partidos que acabarían con la proclamación de la República Popular China bajo el mando de Mao y el Partido Comunista en 1949.
Aquí comienza la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa, forma en que se conoció a la Segunda Guerra Sino-japonesa en China.
Desarrollo de la Segunda Guerra Sino-japonesa
La guerra comienza con el incidente del Puente de Marco Polo del 7 de julio de 1937, en las afueras de Pekín, la capital china. En este incidente se enfrentaron las fuerzas japonesas que estaban realizando operaciones en la zona, y las fuerzas chinas ubicadas allí. Los japoneses apelaron a la desaparición de uno de sus soldados para ingresar a la ciudad (Wanping), pero los chinos les negaron el acceso, hecho que llevó a que el 8 de julio las fuerzas japonesas iniciaran el avance y bombardeen Wanping. Estamos ante el inicio de la guerra. Esta invasión japonesa estaba planeada y era parte de la ambición imperialista de Japón. La República China emprendió la resistencia que le costaría más de 20 millones de vidas.
Los dos primeros años de la Guerra
Durante los dos primeros años de la guerra Japón logró dominar gran parte del este de China. Controlaron las ciudades más importantes e industrializadas, cometiendo todo tipo de atrocidades a su paso. A finales de 1937 Japón ya dominaba Tianjin, Nankín, Shanghái, Qingdao, Taiyuan, Cantón, de Chahar y Suiyuan y de gran parte del norte de China.
El gran avance de Japón al inicio de la guerra se debió a su superioridad armamentística, ésta compensaba su inferioridad numérica, además del mayor profesionalismo en sus fuerzas, mientras que las tropas chinas estaban divididas entre las del Kuomintang y el Partido Comunista (también existían otros grupos armados).
Batallas importantes del primer período de la Segunda Guerra Sino-japonesa
En Nankín el ejército japonés cometió miles de asesinatos y violaciones (cerca de 80 mil mujeres fueron violadas y asesinadas), este hecho aún en la actualidad no fue repudiado por el gobierno japonés (véase: Masacre de Nankín). El gobierno japonés justificaba la invasión a China presentando a éstos como una raza y cultura inferior que debía ser dominada, además se fomentaba un fuerte nacionalismo y lealtad al emperador. Nankín sufrió el ataque de los japoneses desde septiembre de 1937, y fue asediada desde el 7 de diciembre, cuando 240.000 soldados japoneses del X ejército del general Heisuke Yanagawa y del Cuerpo Expedicionario de Shángai del general HisaoTani se enfrentaron al ejército chino que sólo contaba con 80.000 efectivos. El 13 de diciembre los japoneses entraron triunfantes a la ciudad, iniciando un exterminio sobre la población china.
Otra gran batalla durante 1937 fue la de Shanghái, donde los japoneses resultaron victoriosos a costa de 80 mil bajas en sus filas (los chinos sufrieron 200 mil bajas). El gran episodio de estos años fue la captura de la capital Wuhan (Batalla de Wuhan), donde se ubicaba el gobierno luego de escapar de Nankín en 1937. Para mediados de 1938 comienza el ataque japonés sobre Wuhan (esta era la ciudad más importante del este de China que aún no estaba bajo dominio japonés), esta fue la mayor batalla desde el inicio de la guerra. El gobierno chino decidió defender la ciudad con el mayor número de hombres posibles, no aceptaban la opción de rendirse, por lo que movilizaron 790 mil hombres.
Para agosto los chinos deciden evacuar la ciudad a Chongqing, desde donde organizarían la resistencia. Comenzó una carrera contrarreloj para trasladar las industrias y recursos. Los chinos movilizaron más de 1 millón y medio de soldados para la defensa de la ciudad, pero resultaron derrotados el 21 de octubre Japón dominó la ciudad. El Imperio Japonés se hizo además con Cantón, lugar por donde llegaban los suministros desde el exterior a China, la situación para la República China era crítica, sin embargo, no iban a rendirse. Durante 1940 las fuerzas chinas lograron frenar el avance japonés tanto en el norte como en el centro del país.
Alianzas de China y Japón
China compraba armas a la Alemania de Hitler, sin embargo, dejaron de suministrarlas luego del Pacto Tripartito de septiembre de 1940 donde Alemania, Italia y Japón formaron una alianza conocida como el Eje. La Unión Soviética se convirtió en el gran proveedor de armas de China, en el primer año de la guerra entregó novecientos aviones, ochenta y dos tanques, dos mil cañones, unas diez mil ametralladoras y dos mil vehículos, y envió a China a dos mil pilotos y tres mil asesores militares. Pero esta situación cambió en abril de 1941 cuando la URSS y Japón firmaron un pacto de no agresión.
Sin embargo, la Operación Barbarroja (invasión de Alemania a la URSS) y el ataque a Pearl Harbor de diciembre de 1941, cambiaron el juego de alianzas para China. Con el ingreso de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, China comenzó a recibir ayuda militar de las fuerzas aliadas, mientras Japón debía enfrentar las fuerzas estadounidenses en el Pacífico. Fue así como la Segunda Guerra Sino-japonesa entró en un punto muerto, donde los japoneses no pudieron seguir avanzando y los chinos resistían apoyados por EE.UU. El militar estadounidense Stilwell asume como jefe del estado mayor del ejército chino.
Debilitamientos japonés y final de la Segunda Guerra Sino-japonesa
Al abrir un nuevo frente de batalla contra Estados Unidos, Japón debía economizar sus recursos, que por el desarrollo de la guerra eran cada vez más escasos. Luego de bombardear Pearl Harbor, invadieron colonias occidentales en Asia, el gran despliegue de tropas realizado no podía ser mantenido por mucho tiempo. Mientras tanto las fuerzas navales y aéreas de EE.UU vencían batalla tras batalla a los japoneses.
A fines de 1943 se llevó adelante la Batalla de Changde, donde las fuerzas chinas junto a las estadounidenses dieron un duro golpe al ejército de Japón, quedaba claro que el impulso de los primeros años de Japón había acabado. Alemania, la aliada número uno de Japón sufría grandes reveses en Europa por parte del Ejército Rojo, mientras la situación en el norte de África cambiaba en favor de los aliados. La debacle de las fuerzas del Eje ya se podía ver.
Para 1944 Japón intentó una nueva ofensiva en China, bombardeando las bases aéreas de EE.UU en el territorio, sin embargo no logran vencer a sus rivales. Finalmente en mayo de 1945 Alemania se rinde frente a las fuerzas aliadas, sólo Japón continua en la guerra y ocupando gran parte del territorio chino. Pero ahora debía enfrentar la fuerza de todos los aliados, a Japón no le quedaba mucho tiempo. En China se lleva adelante la batalla de Hunan Occidental entre abril y junio de 1945, nuevamente los japoneses son derrotados.
El final de la Segunda Guerra Sino-japonesa llegó con la invasión del Ejercito Rojo a Manchuria, donde derrotaron rápidamente a las fuerzas japonesas, y con el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki del 6 y 9 agosto de 1945.
Derrota del Imperio Japones
Japón se rindió el 2 septiembre, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial, una semana más tarde retiraría sus fuerzas de China. El 9 de septiembre termina oficialmente la Segunda Guerra Sino-japonesas, Japón derrotado debió entregar todos los territorios ocupados a China, incluyendo Taiwán, isla que ocupaba desde la Primer Guerra Sino-japonesa.
Por otra parte, se disolvieron los tres estados títeres formados por Japón: Manchukúo, Mengjiang y Naiking. Termina de esta manera la guerra que costó la vida de 20 millones de chinos, además de dejar su país en ruinas.
Bibliografía
¹ La masacre de Nankín durante la Segunda Guerra Mundial. En National Geographic.
Rato Alarcó, A. D. (2019). La primera guerra sino-japonesa como experiencia del imperialismo japonés.
Rumbero, A. M. (2015). La Segunda Guerra Sino-Japonesa: El Conflicto Olvidado 1937-1945. In Relaciones en conflicto: Nuevas perspectivas sobre relaciones internacionales desde la historia (pp. 196-201). Universitat de València.
Fuente literaria: Mo Yan, Sorgo Rojo, 1992.
Historia – Universidad de Buenos Aires.
Grupo de Historia Popular – Instituto de Historia Argentina y Americana «Dr. Emilio Ravignani».
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