Revolución Rusa (1905)
La Revolución Rusa de 1905 consistió en una contundente agitación por parte de las masas contra la autocracia zarista. Además, fue uno de los antecedentes fundamentales para el desarrollo de la revolución de 1917, la cual marcaría una influencia rotunda en la política mundial del siglo XX. ¡A continuación les brindaremos un resumen sobre este hecho histórico, acompáñenos!
Antecedentes ⁽¹⁾
Hacia 1900, el Imperio ruso se extendía desde Polonia hasta el Océano Pacífico, y desde el Ártico hasta Turquía, Afganistán y China. Sin embargo, a pesar de la gran extensión territorial, la nación padecía un retraso en su desarrollo con respecto a las potencias occidentales.

Vale recordar que el campesinado ruso seguía sujeto a señores feudales o al Estado; las ciudades carecían de organización política propia, no existían partidos políticos legales y tampoco un Parlamento electo por la ciudadanía capaz de limitar al zarismo. Además, el complejo proceso de industrialización que atravesaba gran parte de Europa, casi no era palpable en Rusia.
PUBLICIDAD DE GOOGLE
Oposición a la autocracia zarista ⁽²⁾
Hacia mediados del siglo XIX, los sectores ilustrados del país habían comenzado a expresar su descontento frente a la situación de atraso. Por un lado, la intelligentsia rusa, conformada por una elite educada, cuestionaba el régimen autocrático del zarismo, adoptaba modos de vida occidentales y estaba informada de las grandes innovaciones del siglo. Este sector de la sociedad sentía que Rusia se estaba apartando de la era del progreso.
Por otro lado, existió el grupo de los populistas que también expreso su disconformidad ante el zarismo hacia finales del siglo XIX. Estos eran jóvenes miembros de la intelligentsia que se oponían a la penetración del capitalismo en el campesinado ruso, ya que advertían que ese modelo destruiría las formas tradicionales de organización aldeana.
Hacia el año 1870, los populistas se tornaron más radicales y llevaron a cabo un terrorismo revolucionario como medio de acción y expresión política. Su acción mas resonante fue el asesinato del zar Alejandro II, en 1881. A raíz de dicho atentado, el gobierno endureció el aparato represivo estatal y el imperio se transformó en un gran Estado policial, caracterizado por las persecuciones políticas, la censura y las famosas deportaciones a las tierras heladas de Siberia.
PUBLICIDAD DE GOOGLE

La Revolución de 1905 ⁽³⁾
Intento de reforma económica
Debilitada su imagen por las críticas, los actos terroristas y las manifestaciones de descontento, los zares tomaron medidas orientadas a impulsar algunas reformas, especialmente en el campo económico. Alejandro III y, tras su muerte, Nicolás II, confiaron esa tarea a Sergei Witte, ministro de Hacienda, que propuso la industrialización de Rusia como objetivo principal.

La guerra Ruso-Japonesa
En la última década del siglo XIX, el imperio inició una rápida carrera hacia la industrialización, impulsada por la acción estatal y los créditos externos obtenidos por el ministro. Sin embargo, el plan se vio truncado debido a un nuevo conflicto bélico: la Guerra Ruso-japonesa. Este conflicto estalló en 1904, deteriorando la economía del imperio. Se trataba de un conflicto imperialista que enfrentaba a Rusia, el ejército más numeroso de Europa, frente a Japón, una potencia dinámica y expansivo que le disputaba territorios asiáticos.
Las jornadas revolucionarias
Debido al desenlace desastroso de la guerra, la inminente derrota y las rápidas consecuencias económicas, gran parte de la sociedad rusa comenzó a cuestionar las decisiones del gobierno. Se multiplicaron las huelgas obreras, las manifestaciones estudiantiles y los atentados terroristas contra los funcionarios del zarismo. Un momento crucial se vivió el 9 de enero de 1905, jornada conocida como el «Domingo sangriento«, cuando tropas del zar dispararon contra manifestantes que realizaban reclamos frente al Palacio de Invierno. De este modo, comenzó la revolución, en un principio liderada por liberales, pero en la que convergieron obreros, soldados y campesinos.

Ante la situación crítica, el zar Nicolás II autorizó la elaboración de una Constitución y la creación de la Duma (un parlamento nacional electo por los ciudadanos). La reforma política parecía la única manera de contener el fervor revolucionario. Los liberales, los profesionales de la clase media y los pequeños comerciantes aceptaron las reformas propuestas, pero los obreros de san Petersburgo y Moscú, en cambio prevalecieron en la lucha y organizaron un consejo de representantes obreros elegidos en las fábricas, conocido como «Soviet».
Esta experiencia constituyó un antes y un después para la sociedad rusa, ya que constituyó una verdadera escuela de acción política que reunió obreros, dirigentes y activistas de distintas corrientes, algunos de los cuales cumplirán roles decisivos en la Revolución de 1917. A fin de año, sin embargo, las tropas zaristas disolvieron el soviet por la fuerza.
Consecuencias
Los logros de la revolución fueron más bien modestos. Si bien Rusia finalmente logró tener un Parlamento electivo, partidos políticos legales e, incluso, un documento parecido a una Constitución, las Leyes fundamentales de 1906, en la práctica cotidiana, el zarismo se mantuvo intacto. El régimen policial continuó con mucha vigorosidad. Además, la Duma contaba con poderes muy limitados y pronto se introdujo una reforma electoral que restaba representatividad a vastos sectores de la sociedad y reforzaba, en cambio, el poder de los nobles y terratenientes.
Bibliografía
¹ -Béjar, María Dolores. Historia del siglo XX. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, 2018
² -Fitzpatrick, S., La Revolución Rusa. Buenos Aires, Siglo XXI, 2005.
-Gaddis, J., Nueva historia de la Guerra Fría. México, Fondo de Cultura Económica, 2011.
-Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX, Barcelona, Crítica, 2005.
-Service, Robert, Historia de Rusia en el siglo XX. Barcelona, Crítica, 2000.
³ -Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX, Barcelona, Crítica, 2005.
-Service, Robert, Historia de Rusia en el siglo XX. Barcelona, Crítica, 2000.

Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.