Rafael de Sobre Monte
Rafael de Sobremonte fue un importante actor político de la Corona de España, quien logró alcanzar el cargo de virrey del Río de la Plata en 1804. ¡A continuación, les brindaremos más detalles sobre su vida, acompáñennos!
Primeros años ⁽¹⁾
Rafael de Sobremonte nació el 27 de noviembre de 1745 en Sevilla, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Raimundo de Sobremonte, era magistrado de la Real Audiencia y teniente de Asistente de la ciudad de Sevilla.
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A diferencia de su familia, Rafael no realizó una carrera ligada a las leyes, sino que optó por la vida militar. En 1759, a los trece años de edad, ingresó como cadete en las Guardia Real y en 1761 emprendió un viaje hacia América, ya que su tío había sido nombrado gobernador de Cartagenas de Indias. Fue en aquella estadía que Rafael se gradúa como teniente de batallón de infantería fijo en la ciudad.
De regreso a España, Rafael es trasladado a Ceuta, donde ascenderá a capitán en 1769 y de allí partirá a Puerto Rico por cinco años. Aquí realizó una prospera carrera, ya que logró graduarse de teniente coronel en 1770, coronel en 1773 y, finalmente, brigadier en 1774. De nuevo en la península, alcanzó el cargo de inspector general de infantería, pero pronto su carrera cambiará por completo al ser trasladado al virreinato del Río de la Plata.
Carrera en el Virreinato del Río de la Plata ⁽²⁾
En su estadía en esta jurisdicción, Rafael fue ocupando diferentes cargos en el contexto de las Reformas Borbónicas. En primer lugar, fue designado como secretario del virreinato del Río de la Plata en 1780. En 1783, es designado por el rey, Carlos III, como gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, cargo que ocupó por trece años hasta 1797.
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En 1797, Rafael tuvo que desempeñarse como subinspector general del ejército del Virreinato, un dificultoso cargo que lo obligaba a preparar la defensa militar de una jurisdicción periférica de la Corona, la cual no contaba con grandes recursos. El objetivo principal de su función era evitar el éxito de una invasión inglesa o portuguesa en aquellas tierras; por ello puso en funcionamiento la reglamentación de un cuerpo de milicia, también fortificó Montevideo y Colonia del Sacramento.
En 1804, tras el fallecimiento del virrey vigente, Joaquín del Pino y Rozas, Rafael de Sobremonte es designado como nuevo virrey del Río de la Plata. Su función en este cargo se tornó muy difícil, ya que la Corona de España había entrado en guerra con los ingleses, generando que su virreinato fuera un punto sensible del conflicto.
Las autoridades del virreinato presentían que el principal punto para una invasión extranjera sería Montevideo, por ello concentraron sus esfuerzos en consolidar la defensa de aquella ciudad. Sin embargo, para sorpresa de muchos, la primera invasión inglesa se desarrolló en Buenos Aires.
Primera Invasión Inglesa
El 24 de Junio de 1806, una flota británica bajo el mando compartido de Popham y Beresford abrió fuego contra fortificaciones de la ciudad de Ensenada limítrofe al Río de la Plata. Al día siguiente desembarcaron en la zona de Quilmes alrededor de 1600 hombres británicos sin recibir oposición defensiva. Recién el día 26 de Junio Buenos Aires repliega fuerzas para frenar el avance inglés pero son rápidamente derrotados en la zona del Riachuelo (afluente del Río de la Plata).
El 27 de Junio la ciudad de Buenos Aires capitula ante las fuerzas Británicas. Por otra parte, el Virrey Sobremonte no se encontraba al frente de la ciudad durante la rendición. Esto se debe a que llevó adelante una táctica defensiva para casos de invasión, pactada un año antes por la Junta de Guerra, que consistía en trasladar la Caja Real hacia el interior y desde Córdoba preparar la recuperación de la capital virreinal. Debido al mal estado de los caminos, el virrey optó por dejar la Caja Real en la ciudad de Luján y él seguir rumbo a Córdoba. Sin embargo, por expreso pedido del Cabildo de Buenos Aires debieron entregar el tesoro real a las fuerzas inglesas según estipulaba la capitulación.
Esto provocó una notable pérdida de legitimidad de Sobremonte porque no logró realizar la maniobra defensiva como se había pautado. Es decir, contrariamente a lo prometido por las autoridades españolas, ni se dispuso la retirada de las fuerzas existentes ni se resguardaron las Cajas del Virreinato; por el contrario, los depósitos militares cayeron en manos de los ingleses y el Tesoro real fue arrebatado también.

Desde Córdoba, el virrey proclamó que él no se había rendido ante los invasores y que si la Real Audiencia de Buenos aires, el Cabildo, el Consulado y demás tribunales lo habían hecho, era porque estaban “oprimidos” por las fuerzas enemigas. En este punto, Rafael declaró a Córdoba como capital provisoria del virreinato hasta que Buenos Aires vuelva al poder de la corona española. Tras heroicas jornadas de Santiago de Liniers, Martín de Álzaga y Juan Martín Pueyrredón, las fuerzas invasoras fueron expulsadas por las milicias locales y la capital pudo ser reconquistada.
El fracaso a la hora de realizar una defensa efectiva de la ciudad por parte de Rafael de Sobremonte, conllevó a que el 14 de Agosto un “cabildo abierto” delegara el mando político y militar al héroe de las jornadas, Santiago de Liniers. Si bien el virrey no había sido destituido, se trató de un hecho particular en el Río de la Plata que dejaba muy desprestigiada a la autoridad virreinal.
Segunda Invasión Inglesa
A pesar del fallido primer intento de invasión, las naves inglesas permanecían merodeando el Río de la Plata en la espera de refuerzos. En Febrero de 1807 Montevideo cayó en manos inglesas. El virrey demostró nuevamente no estar a la altura de la situación y repitió su conducta anterior abandonando a su suerte a los defensores. El 10 de Febrero, una pueblada reunida frente al Cabildo de Buenos Aires exigió la deposición del Virrey. En consecuencia, Liniers convocó a una Junta de Guerra que resuelve destituir al virrey y entregar a la Audiencia de Buenos el gobierno civil del Virreinato. Por otra parte, la Junta también decide entregarle a Liniers el mando militar. Si bien la Ciudad de Buenos Aires también fue atacada, la resistencia civil truncó las intenciones de los invasores y nuevamente fueron expulsados. En aquel contexto, Rafael de Sobremonte fue reemplazado por Liniers y hacia 1809 decide regresar a la península.

Regreso a España y muerte ⁽³⁾
De nuevo en su región natal, Rafael de Sobremonte tuvo que enfrentar un juicio ante un consejo de guerra por su desempeño en las invasiones inglesas. El juicio se demoro por la Guerra de Independencia de España y en 1813 Rafael resulta absuelto. Tras la sentencia, recibió el grado de Mariscal de Campo y luego fue nombrado consejero de indias. A pesar de continuar su carrera política, Rafael de sobremonte fallece en Cádiz (enero de 1827), a la edad de 81 años.
Bibliografía
¹ -Artículo biográfico en dbe.rah
-Kinder, Hermann; Hilgemann, Werner. Atlas Histórico Mundial II. Madrid, 2006.
-Ternavasio, M., Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.
²-Di meglio, Gabriel. ¡Viva el bajo pueblo! la plebe urbana de Buenos Aires y la política entre la Revolución de Mayo y el rosismo. Buenos Aires, Prometeo, 2006.
-Goldman, N. (ed.), Lenguaje y revolución. Conceptos políticos clave en el Río de la Plata, 1780-1850. Buenos Aires, Prometeo, 2008.
-Goldman, Noemí. Crisis imperial, revolución y guerra (1806. 1820), en Noemí Goldman (dir.), Revolución, república, confederación (1806-1852), t. III de la Nueva Historia Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 1998.
-Halperín T., Historia Argentina. De la revolución de Independencia a la Confederación rosista. Buenos Aires, Paidós, 1972.
-Ternavasio, M., Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.
Ternavasio, Marcela. Gobernar la Revolución. Poderes en disputa en el Río de la Plata, 1810-1816. Buenos Aires, Siglo XXI, 2007.
³-Artículo biográfico en dbe.rah

Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.