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Radicalismo

El radicalismo es uno de los principales movimientos políticos de la Argentina. Nació en los tramos finales del siglo XIX y logró establecer, hasta el momento, un total de diez presidentes en la política argentina. ¡A continuación les brindaremos un breve resumen sobre este movimiento político tan complejo!

Origen ⁽¹⁾

La revolución de 1890, organizada por la Unión Cívica, no logró cambiar la estructura del gobierno oligárquico. Si bien consiguieron desplazar a un sector del grupo dirigencial, otros miembros de la oligarquía ocuparon nuevamente su lugar. Frente a esta situación, y en contexto de las elecciones presidenciales de 1892, la Unión Cívica se fragmentó en dos líneas opuestas. Por un lado, se formó la Unión Cívica Nacional (UCN) conducida por Bartolomé Mitre. Por el otro lado, nació la Unión Cívica Radical (UCR) liderada por Leandro N. Alem.

 Leandro N. Alem.
Retrato del fundador de la Unión Cívica Radical, Leandro N. Alem. Extraído de Infobae.

La Unión Cívica Nacional arregló un acuerdo con los miembros del Partido Autónomo Nacional y, en los años siguientes, sus miembros integraron los gabinetes, ocuparon cargos legislativos y formaron parte de la administración estatal. La Unión Cívica Radical, en cambio, se orientó hacia la intransigencia. Sus dirigentes se opusieron al acuerdo y decidieron mantenerse en la resistencia. Es popularmente conocido el pronunciamiento de Alem sobre esta cuestión:

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«Yo no acepto el acuerdo, soy radical en contra del acuerdo, soy radical intransigente.»

El radicalismo  debía ser una nueva forma de hacer política basada en principios e ideales que eran opuestos a la política «del acuerdo» construida sobre la base de personalidades. La crítica al personalismo suponía que la política tenía fundamentos morales que estaban por encima de los hombres y que estos debían respetarlos. De este modo, la UCR fue fundada el 26 de Junio de 1891 y el radicalismo comenzó un prolongado camino en la política argentina.

Ideología ⁽²⁾

En su esencia, el radicalismo denunciaba las distorsiones que sufrió el orden constitucional, inaugurado en 1853, por culpa de la intervención del PAN. El movimiento buscó consolidarse como una estructura partidaria moderna en donde, a través de una carta orgánica y de las elecciones internas, no exista un verticalismo personalista que maneje la voluntad de la coalición como sucedía con el PAN (administrado por los intereses de las grandes familias oligárquicas).

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En un primer momento, debemos destacar las cuatro banderas que sintetizan el movimiento radical según su fundador, Leandro N. Alem:

  • Libertad política.
  • Honradez administrativa.
  • Impersonalidad de la coalición.
  • Sentimiento nacional.

Un rasgo fundamental del partido es la adhesión al federalismo; esto se puede notar en la elección del color rojo en sus símbolos partidarios. Por otra parte, a lo largo del siglo XX el radicalismo, según sus divisiones y ramas, abogará por distintas ideologías, posicionamientos políticos y teorías económicas. Durante la primera mitad del siglo pasado, el radicalismo defendió principios del liberalismo político y económico. Sin embargo, durante la Década Infame la Unión Cívica Radical Antipersonalista apoyó numerosas políticas de intervencionismo estatal. Hacía mediados del siglo, sectores del radicalismo, sobre todo de la Unión Cívica Radical Intransigente, bregaron por las teorías del Desarrollismo y buscaron fomentar la industrialización del país con el fin de romper el orden tradicional de la División internacional del trabajo.

Desde el año 1996, la UCR integra la Internacional Socialista, una organización internacional que desde 1951 reúne en su interior a partidos socialistas, socialdemócratas y laboristas.

Divisiones y ramas del radicalismo ⁽³⁾

El radicalismo en las provincias

El radicalismo fundacional defendía el federalismo sosteniendo que la «historia argentina» reflejaba que el punto de partida del país era la diversidad y no la unidad. De este modo, la «Nación» era entendida como un resultado. Pero para Yrigoyen la construcción de la Nación era una preocupación vital, debido a que permitía la síntesis y le daba sentido al conjunto de provincias. Por ello, para Yrigoyen el radicalismo era «una causa» que buscaba construir la Nación. Este líder radical fue construyendo un movimiento con una tendencia cada vez más verticalista y personalista. Esta forma de conducción generó rechazos entre aquellos que respetaban la bandera de la Impersonalidad de la coalición y anhelaban por el federalismo. Por ello, comenzaron a gestarse grupos opositores a Yrigoyen.

En Santa Fe y Córdoba—provincias donde los radicales asumieron primero el poder— el radicalismo se dividió antes de las elecciones nacionales de 1916. Allí surgieron dos facciones: los gubernistas/nacionalistas y los disidentes. En Tucumán, por su parte surgirán los bandos «rojo» y «Azul». Los casos más significativos fueron el Lencinismo de Mendoza y el Bloquismo de San Juan, movimientos que contaban con un gran apoyo popular y se fueron separando del yrigoyenismo.

Una vez en el gobierno, dentro del radicalismo creció el enfrentamiento entre la corriente “provincialista” constituida por hombres con firmes raíces provinciales y la “metropolitana” estrechamente vinculada con el Comité Capital y el gobierno nacional.

Partido Principista

El radicalismo yrigoyenista comenzó a ser puesta en cuestión por aquellos que denunciaban:

  • La ausencia de programa político, de ideas y de principios
  • Falta de autoridades centrales en el partido y su reemplazo por la figura del «presidente de la Nación«, la cual generaba la confusión entre partido y gobierno.

Las elecciones de 1922 produjeron otra fracción que contaba con el apoyo de grupos provinciales disidentes del noroeste y el litoral, así como del “bloquismo” sanjuanino. Esta fracción
autodenominada Partido Radical Principista emitió un manifiesto a comienzos de febrero
de 1921 que convocaba a la acción pública para reorganizar la UCR según sus principios
originarios. Los firmantes establecían asimilaban el gobierno de Yrigoyen con una «Tiranía». Sin embargo, el partido no logró buenos resultados en las elecciones y otros asumirán el rol opositor al oficialismo.

Unión Cívica Radical Antipersonalista

Tiempo más tarde, hubo diferencias políticas entre los grupos ligados al nuevo presidente radical, Marcelo T. de Alvear, y aquellos que eran fieles al yrigoyenismo. En las elecciones internas de 1924, Vicente C. Gallo, el nuevo ministro del Interior de Alvear, anunció la creación de un nuevo partido: la Unión Cívica Radical Antipersonalista (UCRA). Con el término antipersonalismo se quiso significar el rechazo por las técnicas de patronazgo empleadas por Yrigoyen. Pero esto fue sólo una estrategia política de publicidad, ya que Gallo también recurrió a los métodos clientelísticos para obtener apoyo en las elecciones. En este nuevo partido la figura de Alem se oponía a la de Yrigoyen. Algunos miembros destacados del partido fueron: Leopoldo Melo, José Camilo Crotto y José Tamborini.

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Publicidad contra el Yrigoyenismo por parte de la Unión Cívica Radical Antipersonalista.

Vale destacar que en abril de 1927 se constituyó la Convención Nacional de la UCR Antipersonalista, quedando de esta manera consagrada la separación con la UCR personalista/yirigoyenista. Desde ese momento, la UCRA tendrá un papel político cada vez mas importante. Durante la Década Infame, los presidentes Agustín P. Justo y Roberto Marcelino Ortiz (ambos miembros de esta vertiente del radicalismo) condujeron la alianza política «La Concordancia» que logró gobernar el país a lo largo de aquellos años tan polémicos.

Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA)

Pancarta de FORJA
Pancarta que define la voluntad de la organización FORJA. Extraído de Historiaydoctrinadelaucr.

Cuando la UCR decidió levantar su abstención electoral como forma de protesta ante el régimen fraudulento de la Concordancia, un grupo de radicales decidió organizarse políticamente con el fin de no legitimar aquel contexto. La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) fue fundada el 29 de Junio de 1935 y contó con la participación de sujetos como: Arturo Jauretche, Homero Manzi, , Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge Del Río, Raúl Scalabrini Ortiz, etc. Si bien la participación electoral de esta agrupación política no fue fundamental, su importancia radicó en los aportes culturales que realizaron a través de una serie de investigaciones políticas y que se publicaron en los famosos cuadernos. Este organismo fue un férreo opositor del orden político establecido durante la Década Infame.

Al producirse el final de este periodo a través de la revolución de 1943, FORJA alabó este hecho. Finalmente, hacia 1945 sus miembros abandonaron la organización. Algunos retornaron a la UCR, mientras que otros se marcharon hacia el peronismo

Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) y la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP)

Cuando Frondizi fue reelecto presidente del Comité Nacional de la UCR, este propuso que la futura fórmula presidencial del radicalismo surgiera de una encuesta entre las figuras más representativas del sector del partido al que él pertenecía (Movimiento de Intransigencia y Renovación). Sin embargo, opositores a Frondizi— sabattinistas y balbinistas— propusieron una reforma dela carta orgánica partidaria para que los candidatos al poder ejecutivo sean elegidos por voto directo de los afiliados.
Una encuesta daría como ganador a Frondizi, pero el voto directo beneficiaria al distrito más poblado, en consecuencia al balbinismo bonaerense. Finalmente, se aprobó el método de la encuesta y el balbinismo, el radicalismo sabattinista y el unionismo metropolitano formaron la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Por su parte, el radicalismo oficialista fue denominado Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI).
Escudo UCRI 1963
Emblema de la UCRI. Extraído de Wikipedia.
Ambas facciones se enfrentaran en diversas elecciones. La UCRI logró alcanzar la presidencia del país cuando Frondizi triunfó en las elecciones de 1958 gracias a una alianza con el peronismo. Por su parte, la UCRP logró llegar a la presidencia durante el mandato de Arturo Illia. Estos gobiernos radicales triunfaron gracias a la proscripción del partido más popular de la Argentina, el Partido Peronista, y sus gobiernos se vieron condicionados tanto por las Fuerzas Armadas como por la oposición peronista.
Escudo de la UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo)
Emblema de la Unión Cívica Radical del Pueblo. Extraído de Wikipedia.

Gobiernos Radicales ⁽⁴⁾

Primer gobierno de Hipólito Yrigoyen (1916-1922)

Hipólito Yrigoyen
Fotografía del líder radical, Hipólito Yrigoyen. Extraído de Serargentino.

El primer gobierno de Hipólito Yrigoyen es ampliamente recordado por la cultura popular, ya que logró poner fin al periodo de la república conservadora. Sin embargo, el radicalismo no finalizó con las prácticas del clientelismo y la represión política, sino mas bien las siguió utilizando. El gobierno de Yrigoyen fue muy ambivalente, ya que pretendió lograr una «armonía de clases«. De este modo, el gobierno aprobó leyes y reformas progresistas como: la reducción de las jornadas laborales a 8 hs, el descanso dominical, expandió el empleo público y el tamaño de la administración estatal, congelamiento de precios de alquileres, la reforma universitaria y la intervención estatal como mediador de conflictos entre patronales y sindicatos.

Por el otro lado, el gobierno yrigoyenista reprimió fuertemente al movimiento obrero y las huelgas, por ejemplo en los hechos de: la «Semana Trágica«, la «Patagonia rebelde» y la «masacre de La Forestal«. Tampoco le brindó representación al Partido Socialista en la OIT y, además, proliferaron —con complicidad del gobierno— los grupos parapoliciales de extrema derecha, como la Liga Patriótica y la Asociación Nacional del Trabajo, los cuales se encargaron de reprimir a los trabajadores en las huelgas. Por otro lado, Yrigoyen solía realizar intervenciones federales y reprimir a la oposición política a través de decretos que salteaban las decisiones legislativas. Esto generó una imagen política de autoritarismo en el yrigoyenismo.

En cuanto a las políticas nacionalistas, el gobierno logró crear Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) para contar con una mayor administración estatal del petróleo argentino y ,a su vez, promovió la industria liviana.

Gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922-1928)

 Marcelo T. de Alvear
Retrato de Marcelo T. de Alvear. Extraído de Serargentino.

El gobierno de Marcelo T. de Alvear se caracterizó por los constantes enfrentamientos en el congreso entre miembros de la UCR que desencadenaría en la formación de la Unión Cívica Radical Antipersonalista. Durante esta gestión se instalaron en el país la Standard Oil (petróleo), la Standard Electric (electricidad), la Westinghouse (electrodomésticos) y la General Motors (automóviles). La irrupción masiva de capitales estadounidenses provocó una fuerte competencia con los inversores ingleses, que hasta ese momento controlaban las principales áreas de la economía argentina. Esta rivalidad se reflejó en la competencia que se desató en el área de los transportes, entre los automóviles importados de Estados Unidos y los ferrocarriles británicos.

Por otra parte, Alvear se caracterizó por manifestarse públicamente de forma totalmente opuesta a como lo hacia Yrigoyen. Alvear estableció diálogos con la oposición política, los ministros acudían al congreso y los decretos de intervención federal disminuyeron notablemente.

Segundo gobierno de Hipólito Yrigoyen (1928-1930)

El segundo mandate de Yrigoyen fue muy breve debido a que fue interrumpido por el golpe de Estado de 1930. Durante este gobierno, Yrigoyen nuevamente implementó intervenciones federales, lo cual le generó una muy mala prensa. Para ese entonces, la sociedad estaba muy divida entre quienes apoyaban al gobierno y quienes eran decididamente antiyrigoyenistas. Una serie de factores marcó el destino de la presidencia. Por un lado, una serie de asesinatos políticos le fueron atribuidos al yrigoyenismo. Por el otro lado, La crisis económica sufrida por la Gran depresión, obstaculizó en gran medida al gobierno. Finalmente, los malos resultados en las elecciones de 1930, la constante imagen negativa del gobierno brindada por los medios de comunicación y la presión de distintos sectores de la sociedad, fueron factores decisivos para el desencadenamiento del golpe cívico-militar del 30.

Gobierno de Agustín P. Justo (1932-1938)

 Agustín P. Justo
Fotografía del militar profesionalista Agustín P. Justo. Extraído de Infobae.

Luego del fracaso del proyecto político de Uriburu; los conservadores, los radicales antipersonalistas y el Partido Socialista Independiente,  conformaron en 1931 una alianza electoral que fue conocida con el nombre de “Concordancia”. Esta alianza, que representaba los intereses de los invernadores, el sector más poderoso de la burguesía agraria, ganó las elecciones y logró imponer a su candidato, el general Agustín P. Justo, quien asumió la presidencia en febrero de 1932.

El gobierno de Justo realizó grandes cambios económicos de la mano de su ministro de Hacienda, Federico Pinedo. Entre ellas podemos destacar:

  • El establecimiento del impuesto a los réditos.
  • La creación del Banco Central (cuyo directorio contaba con mucha presencia extranjera).
  • Se mantuvo las relaciones comerciales con el Reino Unido a través del polémico Pacto Roca-Runciman.
  • Se estableció un control de cambios y la devaluación del peso.
  • Hubo una restricción a las importaciones que buscaba evitar un exceso de demanda.
  • Creación de “juntas reguladoras” que abarcaban distintos aspectos de la producción agrícola y ganadera.

Sin embargo, una revisión de las medidas de esta gestión estaría incompleto sin una mención al clima de corrupción que envolvía al gobierno. Los ejemplos son numerosos, pero el más destacado fue la denuncia de Lisandro de la Torre sobre el accionar corrupto de los frigoríficos para evadir impuestos. El asunto tomó tanta importancia que provocó la renuncia del ministro de Hacienda, Pinedo, y del de Agricultura, Luis Duhau

Gobierno de Roberto Marcelino Ortiz (1938-1942)

Roberto Marcelino Ortiz
Fotografía del presidente Roberto Marcelino Ortiz. Extraído de Serargentino.

Este presidente también llegó al poder gracias al apoyo de la Concordancia. Sin embargo, a diferencia de Justo, Ortiz creía que la reforma del sistema político se debía llevar a cabo dentro del régimen liberal y con la vigencia de la Ley Sáenz Peña. Ortiz confiaba en la capacidad educadora de la práctica electoral, a la que pretendía ayudar con leyes que obligaran a los partidos a transformarse en estructuras menos facciosas. El presidente sostenía que la salida del fraude se realizaría a través de una apertura electoral. Sin embargo, Ortiz explicaba que esto sería incompatible con la situación de pobreza que atravesaba el país, en donde únicamente podía florecer la demagogia. Para combatir a la pobreza, Ortiz exigía la intervención estatal en el asunto.

Ortiz realizó una ferviente campaña en contra de las prácticas fraudulentas. Algunas medidas para lograrlo fueron:

  • Anuló los comicios de San Juan en 1939, ya que estuvo plagado de irregularidades.
  • Intervino la provincia de Catamarca en 1940.
  • Intervino la provincia de Buenos Aires, en ese entonces gobernada por Manuel Fresco.

Gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962)

Fotografía del presidente Arturo Frondizi
Fotografía del presidente Arturo Frondizi, miembro de la UCRI. Extraído de Infobae.

Frondizi llegó a la presidencia gracias a un pacto con Perón . Su gobierno intentó ser una respuesta al supuesto agotamiento del modelo populista del peronismo. El presidente buscó implementar un modelo económico desarrollista con el fin de expandir la industria. Frondizi aprobó la ley de asociaciones profesionales, la cual consolidó el poder de la CGT y el predominio peronista en los sindicatos. Esta estrategia de acercamiento estratégico con el sindicalismo también se implementó hacia la Iglesia Católica al reglamentar el funcionamiento de universidades privadas. Esto rompió el monopolio estatal en la educación superior y fue contrario a la tradición radical de la reforma universitaria.

Frondizi pronto rompió con el peronismo e implementó una agenda política distinta a lo acordado con Perón en el pacto. Permitió al capital extranjero la explotación y exploración de las reservas petrolíferas; brindó trato preferenciales a los inversionistas externos; excluyó al peronismo de la arena electoral; redujo el gasto público; liberó los precios; limitó los aumentos salariales; impulsó el plan CONINTES que permitía encarcelar personas por ser de la oposición política y «atentar contra el Estado» e involucró a las Fuerzas Armadas en la represión de las huelgas.

Vale aclarar que su gobierno se vio condicionado por la presión de las Fuerzas Armadas que constantemente le realizaron planteos militares. Finalmente, Frondizi tras relacionarse con protagonistas de la Revolución Cubana (Fidel Castro y Ernesto Guevara) y habilitar al peronismo para que participara en las elecciones de 1962, fue derrocado del gobierno y arrestado.

Gobierno de José María Guido ( 1962-1963)

José María Guido.
Fotografía del presidente José María Guido. Extraído de Wikipedia.

José María Guido, que en ese entonces era presidente del Senado y pertenecía a la UCRI, asumió como presidente de la nación. Su breve gobierno se caracterizó por ser liberal en lo económico, conservador en lo político y reaccionario en lo cultural. Estableció un estatuto que declaraba a los partidos políticos en «estado de asamblea» y les prohibía cualquier alusión a la «lucha de clases». Se prohibió la propaganda peronista y la represión al sector obrero se recrudeció. La dureza de la represión creció a tal punto que Felipe Vallese, un joven de 22 años delegado de la UOM, fue secuestrado, torturado y asesinado por la policía. Por otra parte, el gobierno declaró ilegal a la CGT por no respetar determinados estatutos.

El gobierno de Guido se vió atravesado por el conflicto militar entre Colorados y Azules. Finalmente, Guido llamó a elecciones presidenciales en 1963, pero prohibió la participación de: el Partido Peronista, el Partido Comunista y la Unión Popular. El resultado de las elecciones marcó el triunfo de la UCRP de Arturo Illia.

Gobierno de Arturo Illia (1963-1966)

 Arturo Illia
Fotografía del presidente Arturo Illia, miembro de la UCRP. Extraído de Wikipedia.

Illia no contaba con mayoría ni quorum propio en la Cámara de Diputados y muchas de las gobernaciones provinciales estaban en manos de sus adversarios políticos. Sin embargo, el presidente cumplió su promesa de campaña y canceló los contratos petroleros firmados por le gobierno de Frondizi con empresas extranjeras. A pesar de recibir presión del gobierno norteamericano, Illia confirmó su convicción de lograr la soberanía nacional. Su gobierno aplicó medidas del keynesianismo y del desarrollismo. Una medida importante de su gobierno fue el proyecto de ley de «congelamiento del precio de los medicamentos», ya que fueron considerados «bienes sociales». Esta medida provocó el rechazo de los grandes laboratorios internacionales, que al año siguiente obstaculizaron el refinanciamiento de la deuda externa argentina desde el Club de París.

Su gobierno recibió la oposición del sindicalismo y la CGT, ya que intentó modificar la Ley de Asociaciones Profesionales para romper el monopolio peronista. El sindicalismo puso en marcha un «plan de lucha» contra el gobierno, sin embargo, Illia nunca estableció el «estado de sitio». Durante su gestión se detuvo a un incipiente grupo guerrillero en Salta. El presidente , muy apegado al esquema republicano, hizo que los integrantes de este grupo fueran juzgados de acuerdo con las normas del Código Penal.

Su gobierno impidió el retorno de Perón, pero por otro lado permitió al partido neoperonista, Unión Popular, presentarse a las elecciones de 1965. El masivo triunfo del peronismo en las elecciones colocó al presidente en la cuerda floja. Finalmente fue destituido por un golpe militar en 1966.

Vale destacar que durante la gestión de Illia, la crítica opositora no tenía suficientes fundamentos económicos, ya que el PBI crecía 8% anualmente, aumentaron las exportaciones y se redujo el desempleo.

Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989)

Raúl Alfonsín.
Fotografía del presidente radical, Raúl Alfonsín. Extraído de Diario Popular.

El gobierno de Raúl Alfonsín es muy recordado en la sociedad argentina por haber sido el retorno a la Democracia luego de la última dictadura. Su gobierno fue muy complicado debido a la presión de las Fuerzas Armadas y a la férrea oposición del peronismo. Un momento emblemático de su gestión fue la lucha por los Derechos Humanos. Alfonsín creó por decreto la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Esta comisión fue presidida por el escritor Ernesto Sábato y tenía la misión de investigar, reunir pruebas e informar sobre los secuestros, torturas, asesinatos y destino de las personas detenidas/desaparecidas durante el último gobierno militar.

Durante su gestión tuvo lugar el juicio a las Juntas militares. Este proceso judicial fue importante porque era la primera vez que los responsables de una dictadura latinoamericana se sentaban en el banquillo de acusados y tenían un número de prontuario. Sin embargo, este impulso contra los criminales de la dictadura terminó retrocediendo. Debido al contexto politico, a los levantamientos militares y la crisis económica, el alfonsinismo terminó aprobando las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida. Estas fueron conocidas como las “leyes de impunidad”, porque dejaban sin castigo a gran parte de los represores.

Finalmente, en el plano económico el gobierno nunca pudo solucionar la herencia dejada por la dictadura (desindustrialización, alta inflación y una enorme deuda externa). Tras el fracaso de sus dos planes económicos — el Plan Austral y el Plan primavera— el gobierno perdió las elecciones presidenciales frente al peronismo. Por último, en un contexto de revuelta social, Alfonsín decidió renunciar antes a su gobierno con el fin de no poner en peligro la Democracia recientemente recuperada.

Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001)

Fernando de la Rúa.
Fotografía del presidente radical, Fernando de la Rúa. Extraído de Cincodias.elpais.

De la Rúa llegó a la presidencia gracias a la coalición política de La Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, o simplemente La Alianza. Esta coalición estaba conformada por la UCR y la alianza Frente País Solidario (FREPASO), una confederación de partidos de centroizquierda. La gestión de la alianza se caracterizó por los constantes fracasos para mantener la herencia neoliberal brindada por el menemismo. Algunas de las medidas políticas y económicas realizadas por esta gestión fueron:

  • El impuestazo: reducción de un 13% de los salarios de los trabajadores estatales y de las jubilaciones.
  • Elevar la edad de jubilación de las mujeres para aliviar los gastos estatales.
  • Desregulación de las obras sociales.
  • Reforma de la legislación del trabajo: tendió a flexibilizar el área laboral. Extendió el periodo de pruebas a seis meses con la posibilidad de renovarlo; se redujo el monto de las indemnizaciones por despido y se descentralizó las negociaciones salariales por fábricas para evitar que se involucren las centrales sindicales.

Vale aclarar que estas medidas se tomaron con el fin de lograr reducir el déficit fiscal y poder cumplir con los pagos al FMI. Sin embargo, los hechos de corrupción y una errada política económica conllevaron al establecimiento de la retención forzada de los depósitos que tenían los ahorristas en los bancos. Esto fue conocido como “el corralito” y provocó el estallido de una profunda crisis económica y política, la cual se exacerbó rápidamente. Estas jornadas, quedarán grabadas en el imaginario popular como “La crisis del 2001”. Producto de la crisis, Fernando de la Rúa debió renunciar a la presidencia y abandonar la Casa de Gobierno a través de un helicóptero debido a las manifestaciones en las calles.

Bibliografía

¹ -Alonso, Paula. “La Unión Cívica Radical: fundación, oposición y triunfo, en Mirta Lobato (dir), Nueva Historia Argentina, Tomo V, Buenos aires, Sudamericana, 2005.

² –Alonso, Paula. “La Unión Cívica Radical: fundación, oposición y triunfo, en Mirta Lobato (dir), Nueva Historia Argentina, Tomo V, Buenos aires, Sudamericana, 2005.

– Ansaldi, Waldo, “La trunca transición del régimen oligárquico al régimen democrático”, en Ricardo Falcón (dir), Nueva Historia Argentina, Tomo VI, Buenos Aires, Sudamericana, 2005.

-Novaro, Marcos. Historia de la Argentina. 1955-2010. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2016.

³- Cattaruzza, Alejandro, Historia de la Argentina, 1916-1955, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012-

-Novaro, Marcos. Historia de la Argentina. 1955-2010. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2016.

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– Ansaldi, Waldo, “La trunca transición del régimen oligárquico al régimen democrático”, en Ricardo Falcón (dir), Nueva Historia Argentina, Tomo VI, Buenos Aires, Sudamericana, 2005.

-Bejar, María Dolores. Historia del siglo XX: Europa, América, Asia, África y Oceanía. Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, 2018.

Breve historia de los cacerolazos. Artículo de La Nación.

Cattaruzza, Alejandro, Historia de la Argentina, 1916-1955, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2012-

-Novaro, Marcos. Historia de la Argentina. 1955-2010. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2016.

-Manzo, Alejandro Gabriel y Cecilia Gonzáles Salva. La crisis del neoliberalismo en Argentina. Una mirada retrospectiva sobre las causas del Default 2001. Razones para entender el quiebre de nuestro país y con el FMI. En Passagens. Revista Internacional de História Política e Cultura Jurídica Rio de Janeiro: vol. 4, no.2, Mayo-Agosto 2012, p. 299-327.

Tcach, César, “Golpes, proscripciones y partidos políticos”, en James, Daniel (dir), Nueva Historia Argentina. Tomo IX, Buenos Aires, Sudamerciana, 2003, pp. 17-62.

-Zicari, Julian . Miradas sobre el vendaval: una evaluacion critica de las interpretaciones economicas y sociopoliticas de la crisis argentina de 2001. En Cuadernos del Cendes. Dossier: Argentina durante la postconvertibilidad. Año 34. Nº95. Mayo-Agosto 2017. pp. 1-38.

 

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Matías Dotto

Historia - Universidad Nacional Tres de Febrero. Instituto de Estudios Históricos - UNTREF.

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