Pacto de San José de Flores (1859)
El Pacto de San José de Flores, firmado el 11 de Noviembre de 1859, intentó consolidar la unificación de la Confederación Argentina con, el hasta entonces separado, Estado de Buenos Aires. Si bien la firma del pacto fue posible, la unificación nacional no perduraría durante mucho tiempo sin que estalle nuevos conflictos entre Buenos Aires y la Confederación. ¡A continuación, les brindaremos más detalles sobre este hecho histórico, acompáñennos!
Antecedentes ⁽¹⁾
Una vez jurada la Constitución de 1853, la Confederación Argentina procedió a realizar elecciones para designar a los miembros del poder ejecutivo. Urquiza se impuso con facilidad y fue electo presidente, mientras que Salvador María del Carril fue su vicepresidente. Se instalaron en la ciudad de Paraná que, de forma provisoria, sería la sede de las autoridades nacionales y durante su gobierno se realizaron varios proyectos:
- Se impulsaron colonias de inmigrantes.
- Se nacionalizó la Universidad de Córdoba, los Colegios de Monserrat y Concepción del Uruguay.
- Firmaron un tratado de libre navegación de los ríos con Brasil.
- Enviaron a Alberdi como embajador a Europa con el fin de lograr el reconocimiento de la Independencia de Argentina.
Sin embargo, la gestión de Urquiza, al igual que las próximas presidencias de la Confederación, estuvo marcada por dos factores entrelazados entre sí: las dificultades financieras y la no integración de Buenos Aires al orden nacional. Es decir, la Confederación era un proyecto en crisis permanente porque no podía funcionar sin Buenos Aires y su aduana. Por su lado, Buenos Aires se iba enriqueciendo cada vez más: había fundado el ferrocarril del oeste (primero en el país), los embajadores de las potencias extranjeras residían allí y no en la Confederación y, además, la exportación lanera le dejaba grandes resultados económicos.
Urquiza, que no pudo solucionar las problemas fiscales de la Confederación, decidió endurecer sus políticas hacia Buenos Aires. En el año 1857 se dictan las Leyes de derechos diferenciales, que establecían ventaja a los productos que llegaran a la Confederación sin pasar por Buenos Aires. Esto fue tomado como una provocación por parte del Estado de Buenos Aires. Rápidamente, el gobernador porteño, Valentín Alsina, emitió un decreto que prohibía el paso por aguas porteñas de productos de la Confederación. De este modo, se inició una guerra económica entre ambos proyectos de país.
En este clima de tensión, un conflicto político en San Juan fue el punta pie inicial para que las tropas de Buenos Aires y la Confederación se movilizaran. Los dos ejércitos se enfrentaron el 23 de Octubre de 1859 en Cepeda. Las tropas porteñas al mando de Mitre cayeron derrotadas y esto le brindó a Urquiza una capacidad de imponer condiciones en las negociaciones.
El Pacto de San José de Flores ⁽²⁾
En San José de Flores (BS.AS) se acordó la negociación entre los dos bandos beligerantes. El general Francisco Solano López, hijo del presidente paraguayo, cumplió un rol fundamental como mediador entre las dos partes. Las primeras tratativas entre los enviados de ambos gobiernos con Solano López fueron auspiciosas. A pesar de la negativa inicial del gobernador porteño, Alsina, de renunciar a su cargo (esta era una de las condiciones impuestas por parte de los vencedores de Cepeda), pronto su alejamiento encaminó la firma del pacto que se realizó el 11 de Noviembre de 1859.
Esto sellaba la unidad de la República y fijó las condiciones de incorporación de Buenos Aires al conjunto nacional. En primer lugar, la provincia se declaraba parte integrante de la Confederación, pero antes de aceptar la Constitución de 1853 convocaría a una convención para examinar su texto y, si lo estimaba necesario, propondría reformas para ser luego revisadas por otra convención a nivel nacional. En segundo lugar, Buenos Aires mantendría todas sus propiedades y establecimientos públicos, con excepción de la Aduana, que en adelante pasaría a estar bajo control federal, siempre y cuando que el Estado nacional le garantizara a la provincia la cobertura de su presupuesto por cinco años.
Finalmente, se incluyeron clausulas que libraban a las partes de cualquier persecución vinculada con los años de separación, restablecían el lugar de los jefes y oficiales de Buenos aires dados de baja desde 1852, y fijaban un plazo de 15 días para que el ejército confederado abandonara la provincia.
Consecuencias ⁽³⁾
Buenos Aires demoraba su ingreso a la Confederación y el consenso entre los dos Estados nuevamente se rompió por otro conflicto en la provincia de San Juan. En un clima caldeado, el conflicto se agudizó cuando el Congreso Nacional no aceptó a los diputados porteños por haber sido electos según la ley provincial y no la nacional. Finalmente, Buenos Aires se levanta en armas. Las fuerzas del Interior y las porteñas otra vez se enfrentaron, esta vez en Pavón el 17 de Septiembre de 1861
Bibliografía
¹-Ternavasio, M. Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2009.
² -Lettieri, Alberto. «De la «república de la opinión» a la «república de las instituciones», en Marta Bonaudo (dir), Nueva Historia Argentina (1852.1880), Tomo IV, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 199, pp. 97-160.
–Sabato, Hilda. Historia de la Argentina, 1852.1890. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2016.
-Terán, Oscar. Historia de las ideas en la Argentina. Diez lecciones iniciales, 1810-1980. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2019.
³–Bounado, Marta y Élida Sozogni, «Los grupos dominantes entre la legitimidad y el control», en Marta Bonaudo (dir), Nueva Historia Argentina (1852.1880), Tomo IV, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 199, pp. 27-96.
-Hora, Roy. Historia económica de la Argentina en el siglo XIX. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2010.
-Sabato, Hilda. Historia de la Argentina, 1852.1890. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2016.
Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.