Leónidas I de Esparta
Leónidas I fue uno de los reyes de la ciudad-estado Esparta en la Antigua Grecia. Esparta estaba gobernada por una diarquía, es decir, gobernaban dos reyes a la vez. Leónidas nació hacia el año 540 a. C., y fue protagonista de la Batalla de las Termópilas, en el contexto de la invasión del Imperio Persa-aqueménida a Grecia.
En el siguiente artículo te contaremos más de la biografía del famoso rey espartano, Leónidas⁽¹⁾. ¡Acompáñanos!
PUBLICIDAD DE GOOGLE
Biografía de Leónidas I de Esparta
Leónidas pertenecía a la dinastía Agíada, una de las dos dinastías que gobernaban la ciudad-estado de Esparta. En Esparta reinaba una diarquía, es decir que, habían dos reyes gobernando en simultaneo. Nació en Esparta en el año 540 a. C. y se convirtió en el XVII rey agíada de Esparta. El otro rey de Esparta durante el reinado de Leónidas era Leotíquidas.
El padre de Leónidas fue Anaxándridas II. Leónidas fue el segundo hijo del rey, por lo que desde joven recibió la clásica educación en Esparta, que estaba enfocada en formar guerreros. A la edad de 7 años los niños eran puestos bajo disposición del Estado, que organizaba su educación y preparación física. Esta educación se caracterizaba por su severidad, la que daba por resultado a unos hombres preparados para morir en cada batalla. Sólo el hijo primogénito del rey podía librarse de esta educación.
Leónidas se convierte en rey de Esparta
Asciende al trono en 490 a. C a los 50 años. Logró llegar al trono debido a que su hermano mayor se suicidó, al ser el siguiente en la línea sucesoria, se convirtió en el rey de Esparta por la dinastía agíada. Eran tiempos turbulentos en Grecia, ya que este es el período en el que el Imperio Persa-aqueménida logra su mayor extensión, gobernando en gran parte de Asia y el norte de África. Al llegar al poder se casa con Gorgo, quien era 30 años menor que él, y tienen un hijo llamado Plistarco.
PUBLICIDAD DE GOOGLE
En el 499 a. C. se da la Rebelión Jonia contra el rey persa Darío I. Los griegos invadieron e incendiaron Sardes la capital persa. Luego se dio la Primera Guerra Médica o bien la primera invasión de los persas en territorio griego, ya que en el año 490 a.C. los persas salieron derrotados por los griegos en la conocida Batalla de Maratón. Así que, la venganza fue el motor que movió a Jerjes I a realizar la Segunda Guerra Médica o segunda invasión a Grecia a fin de completar lo que su padre había iniciado. En esta oportunidad, Jerjes I se dispuso a tomar toda Grecia y llegar al corazón, es decir, Atenas y Esparta. Es aquí donde entra en acción Leónidas.
En el año 481 a.C. los representantes de las ciudades griegas se reunieron para llegar a un acuerdo de alianza contra el ataque que se aproximaba del imperio persa, pero solo algunas decidieron con valor apoyar la resistencia, que llegó a conocerse como la Liga Helénica. Esparta quedó al mando de esta liga con su rey Leónidas, apoyados por los ejércitos de algunas polis griegas.

Leónidas y la batalla de las Termópilas
Ante la inminencia de la invasión de los persas, Esparta decide movilizarse para enfrentarlos. Luego de que el Oráculo de Delfos haya dado como mensaje que la única forma de que los persas no conquisten Esparta era que uno de sus reyes debía morir, Leónidas se ofreció para ser quien muera en la batalla. Los cinco éforos de Esparta (magistrados encargados de las leyes) le permitieron a Leónidas que seleccione a 300 hombres para que lo sigan a la batalla.
Leónidas reclutó a 300 hombres de su guardia personal, quienes eran los más capacitados para la guerra. Todos debían tener entre 20 y 30 años y tener al menos un hijo varón, para asegurar su descendencia. Al momento de marchar hasta el paso de las Termópilas reclutó un ejército de unos 7 mil hombres, gracias al apoyo de otras polis griegas.
La elección del campo de batalla
El campo de batalla lo escogieron los griegos, tomando en cuenta su desventaja numérica. Decidieron esperar a los persas en un desfiladero ubicado en la actual Tesalia, llamado las Termópilas (puertas calientes). Esta zona era ideal debido a que era un paso estrecho y era la puerta, por decirlo así, a la Grecia continental, a unos 150 km de la ciudad de Atenas. Siendo un terreno estrecho, el ejército persa no iba a tener la misma movilidad ni efectividad para doblegar fácilmente a las fuerzas griegas. Sin duda, una gran elección que contribuiría al resultado.
Las Termópilas contaban con tres puntos angostos, conocidos como la Puerta Occidental, la Puerta Oriental y, finalmente, la Puerta Central que fue la que escogieron los griegos para luchar contra los persas. Esta Puerta Central contaba adicionalmente con un pequeño muro que servía como defensa ante las oleadas ofensivas del ejército enemigo, de esta forma, entre lo estrecho del terreno y el muro, los griegos tenían la oportunidad de luchar cuerpo a cuerpo con una misma cantidad de guerreros enemigos, situación en la que los espartanos eran los mejores de toda Grecia.
Este lugar era el paso previo para acceder a la Grecia continental, por lo que su defensa resultaba fundamental. Jerjes I, hijo de Darío I, había logrado movilizar a unos 200 mil hombres, el ejército más grande del mundo en ese momento. La desventaja numérica hacía que al victoria griega sea una utopía.

El desarrollo de la Batalla y la muerte de Leónidas
Al quinto día de haber llegado a las Termópilas, Jerjes I decide atacar, luego que Leónidas rechazara deponer las armas. Comienza así la Batalla de las Termópilas. La superioridad numérica de los persas no sirvió de mucho en las Termópilas, los griegos luchaban mejor, formando en falange y defendiéndose con escudos de bronce, muy superiores a los escudos persas. Además las lanzas griegas eran más largas y pesadas que la de los persas, así durante los dos primeros días de batalla, los griegos lograron generar miles de bajas en las filas enemigas.
Todo parecía indicar que sucedería algo totalmente increíble, que los griegos con tan pequeño ejército iban a vencer al gran ejército medopersa. Sin embargo, apareció un personaje que cambió la historia, Efialtes, quien quiso sacar provecho de esta guerra y hacerse rico. Efialtes, en un acto de traición, le dijo al rey Jerjes que sabía cómo conducir a su ejército hasta la retaguardia de los griegos y acabar con ellos de una vez por todas.
Leónidas llegó a enterarse de la noticia y al instante supo que ya había perdido la batalla, por lo que ordenó al resto de los griegos que regresaran a casa a fin de que no los mataran a todos, mientras ellos se quedarían luchando hasta el final, como era propio de los espartanos. Sin embargo, se quedaron unos 700 tesios y 400 tebanos apoyándolos. Así esperaron a los persas que aparecerían por su retaguardia y resistieron con el máximo de sus fuerzas, hasta que ya no pudieron más.
Finalmente, el rey Leónidas fue muerto en batalla y los griegos que quedaron vivos hicieron un círculo en derredor de su cuerpo mientras continuaban luchando, a fin de que los enemigos no lo mutilaran. A pesar de todo el esfuerzo griego, los persas lograron salir vencedores en esta Batalla de las Termópilas. Jerjes ordenó que decapitaran a Leónidas y clavaran su cabeza en un palo, exhibiéndola.
El culto a Leónidas luego de su muerte
Los griegos volvieron al lugar de la batalla para enterrar a Leónidas. Luego de cuatro decadas regresaron para trasladar sus restos a Esparta, donde se levantó un mausoleo en su honor (el cual se puede encontrar en la actualidad) y en el de los 300 espartiatas que lo acompañaron. El nombre del mausoleo es Leonidaion, fue un centro de culto desde entonces.
Bibliografía
¹ Pomeroy, Burstein, Donlan, y Roberts, La Antigua Grecia. historia política, social y cultural. Barcelona. Crítica, 2002.
Leónidas, héroe de las Termópilas. En La Vanguardia.

Historia – Universidad de Buenos Aires.
Grupo de Historia Popular – Instituto de Historia Argentina y Americana «Dr. Emilio Ravignani».