Huitzilopochtli
Huitzilopochtli fue la principal deidad de los mexicas y estaba asociado con el sol. También fue conocido como Ilhuicatl Xoxouhqui o Tlacauepan Cuexcotzin. A la llegada de los europeos a Mesoamérica, esta deidad era la más adorada en el Altiplano Central por imposición de los mexicas o aztecas. ¡A continuación les brindaremos más información sobre Huitzilopochtli, acompáñanos!.
¿Quién es Huitzilopochtli?¹
Huitzilopochtli era el dios de la guerra, pero en sus orígenes, como dios tribal durante el período de la gran migración, era un dios acuático y vegetal. Progresivamente, Huitzilopochtli se irá transformando en un dios con características solares, creadoras y al que se le dedicó el Templo Mayor de Tenochtitlan. Su nombre significa: colibrí de la izquierda y hace referencia a su marcha de Oriente a Poniente, y por lo tanto quien deja a su izquierda el mundo que reinaba.
En el mito de su nacimiento podemos ver reflejado al dios triunfante que nace de la tierra y elimina las estrellas y tinieblas de la noche. Al mismo tiempo, el colibrí representa las almas de los guerreros que acompañan al Sol hasta su cenit. De su atuendo, lo más característico son las diversas capas de plumas de diferentes aves y colores, aludiendo a las direcciones del mundo.

Los ritos ligados a Huitzilopochtli ²
Es relativamente escaso lo que se sabe de los mexicas antes de su arribo al Lago de Texcoco. Según argumentan distintos relatos míticos, los mexicas provenían de una isla en el interior de un lago, Aztlán, lo que explica la rápida adaptación a la vida lacustre en Tenochtitlan. El abandono de su lugar de origen y la prolongada emigración se debería a un dictado de Huitzilopochtli, dios vegetal y acuático, que ordenó en diversas ocasiones hacia dónde debían dirigirse los mexicas. Una vez que los mexicas se establecieron en Tenochtitlan y desplegaron su poderío militar, poco a poco, se fue impulsando una reforma religiosa que colocó a Huitzilopochtli en un plano superior identificándolo con el sol.
Ahora, el principal dios de los aztecas les había prometido, a cambio de los sacrificios humanos que exigía, el dominio del mundo. La armonía del universo dependía de dioses que recuperaban su vigor a través de la sangre de los hombres. Así fue que se postuló que Huitzilopochtli debía ser alimentada por el chalchíhuatl (sangre humana) recibido de los corazones de las personas sacrificadas en su honor. De este modo, esta ideología forjó el carácter místico-guerrero del pueblo azteca.
Para algunos investigadores, este credo representaba la ideología imperialista del grupo dirigente azteca, ya que justificaba las acciones de sometimiento y dominación de otros pueblos por parte de los mexicas. Esa última idea daba pie a las llamadas “Guerras floridas”, organizadas para obtener víctimas y ofrecerlas en sacrificios religiosos. Siguiendo estas ideas, los aztecas eran el pueblo elegido por el sol para mantenerlo, lo que implicaba un profundo sentido guerrero para conseguir esos prisioneros para el sacrificio, justificando la conquista y el dominio de los pueblos vecinos. Por todo esto mencionado, podemos dar cuenta del por qué exisiteron tantos ritos ligados a Huitzilopochtli, como podremos ver a continuación.
El Tlacatlaolli : la antropofagia ritual
El tlacatlaolli era un acto simbólico de gran importancia, practicado con los cuerpos de los cautivos sacrificados en honor a Huitzilopochtli y Xipe Tótec (Dios mexica de la renovación). Para ello trasladaban el cadáver al calpulco, donde se le troceaba y repartía para el banquete integrado por parientes de los cautivadores y la nobleza. Con este ritual se pensaba que ingerían la carne del propio dios, reforzando los vínculos del grupo.
El Panquetzaliztli
Una de las fiestas más importantes era Panquetzaliztli, pues en ella los mexicas festejaban el nacimiento de Huitzilopochtli. Durante ochenta días antes, los sacerdotes comenzaban rigurosas penitencias, y al terminar entonaban el himno del dios. El último día del mes se realizaba una procesión integrada por sacerdotes, esclavos que iban a ser sacrificados y el pueblo hasta el recinto final en donde se iba a celebrar el sacrificio.
El Tlacaxipehualiztli
Con el Tlacaxipehualiztli se inauguraba la estación seca con el equinoccio de primavera. Antes de la fiesta se celebraba un baile y esa noche debían velar todos los que iban a ser sacrificados. Esos sacrificios eran en honor a Xipe Tótec y Huitzilopochtli, y consistían en un sacrificio gladiatorio; simular un combate contra los caballeros águilas y jaguares, simbolizando la primera guerra para alimentar el cielo y la tierra. Posteriormente eran desollados y algunos mancebos debían lucir sus pieles los siguientes veinte días. Para terminar se celebraban bailes y una comida ritual. Los guerreros que habían capturado a los sacrificados debían realizar una penitencia durante veinte
días, al igual que colocar el fémur del cautivo en el patio de su casa para recordar su valentía.
Bibliografía
¹ – Mandrini, Raúl. América aborigen: De los primeros pobladores a la invasión europea. Buenos Aires. Siglo Veintiuno Editores,2013.
² -Porro Gutierrez, Jesús M. & Lucía Pérez Flores. La religión azteca. Facultad de Filosofía y Letras. Valladolid. 2018.
-Portilla, Miguel León. Ometeotl, El supremo dios dual, y Tezcatlipoca «Dios principal». 200

Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.