Historia del telar
El telar es uno de los grandes inventos de la historia. La vestimenta es parte fundamental de la sociedad, y de hecho, nos da mucha información de las personas a través del tiempo. El predecesor del telar mecánico fue inventado en el siglo XVI.
En el siguiente artículo repasaremos de forma breve, la historia del telar⁽¹⁾.
Los tejidos en la historia
A lo largo de la historia diferentes sociedades han desarrollado un tipo particular de tejido y vestimenta. Tanto en América, cómo en Asia y África, antes de la colonización europea, muchas sociedades habían desarrollado unos tejidos complejos.
En muchas sociedades, la vestimenta, además de cumplir su función de abrigo, brindaba información sobre las personas. Por ejemplo, las telas de lujo, traídas desde lejos y de producción artesanal, funcionaron como un símbolo de status en la sociedad medieval europea. Estas telas eran bienes de prestigio. En la actualidad, bajo el sistema capitalista, también hay vestimentas con un alto costo, por lo que son sólo accesibles para un reducido sector de la población.

Historia del telar
En el año 1598, el clérigo escoses William Lee, inventó el telar que sería el antecesor del telera mecánico.
Edmund Cartwright fue el inglés que inventó la primera máquina de hilar (en 1789), se trataba de un telar con una lanzadera automática. Se movía por la energía que generaban caballos, ruedas hidráulicas o, finalmente, las máquinas de vapor. Este aparato disparó la producción de textiles, que solo se hacía hasta el momento de forma manual y artesanal. Desde ese momento podían trabajar varias hilanderas al mismo tiempo, aumentando la producción textil a mayor escala. Esto sucedió en plena Revolución Industrial, la historia del telar dio un salto cuántico a partir de aquí.
En 1801 apareció el primer telar completamente mecánico y automático. Fue inventado por el francés Joseph Marie Jacquard.
El telar y la opresión al proletariado
El telar fue una máquina de explotación para el proletariado, principalmente para las mujeres que eran las empleadas en estas tareas. Con la división del trabajo impuesta por al Revolución Industrial y siguiendo las bases del taylorismo, el proletariado se veía en una situación desfavorable, cumpliendo tareas repetitivas y muy mal pagos.
Esta situación se encontró con fuertes protestas, uno de los movimientos más representativos de la resistencia obrera, fue el movimiento ludista. A inicios del siglo XIX, los trabajadores vieron empeorar sus condiciones laborales y de vida debido al uso de maquinaria en las tareas agrícolas e industriales, lo que implantó jornadas laborales más largas y duras, redujo la demanda de mano de obra e impuso salarios más bajos. La respuesta que dio el movimiento ludista fue la destrucción de la maquinaria de las fábricas.

Bibliografía
¹ Beckert, S., El imperio del algodón. Una historia global, Barcelona, Ed. Crítica, 2016.
Coriat, B., El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la
producción en masa, Madrid, Siglo XXI, 1982.
Origen del telar. En Curiosfera.

Historia – Universidad de Buenos Aires.
Grupo de Historia Popular – Instituto de Historia Argentina y Americana «Dr. Emilio Ravignani».