Guerras Lusitanas (155 a.C – 139 a.C)
La Purinos Polemos o Guerra Fiera son también otro de los nombres que se le da a las Guerras Lusitanas, hecho que en realidad no está conformado por varias conjuntas sino un solo conflicto. Ha sido denominada de manera plural debido a que en esta estuvieron envueltos muchos conflictos y luchas pequeñas y períodos relativos o aparentemente pacíficos que permitieron la prolongación de la contienda.
¿Por cuánto tiempo? ¿Con qué razones se llevaron a cabo y cuáles fueron los resultados? A continuación, te contamos eso y más de las cosas que sabemos sobre las famosas Guerras Lusitanas.
¿Cuándo y dónde tuvieron lugar las Guerras Lusitanas?
Los años que van desde el 155 antes de Cristo al 139 a.C. llegaron a ser la época en la que se llevaron a cabo las Guerras Lusitanas que tuvieron lugar en la República Romana, específicamente en los poblados del Sur y el Oeste de la Península Ibérica, territorio que era habitado únicamente por los ciudadanos lusitanos hasta que ven su paz interrumpida con la invasión de sus vecinos de identidad romana.

¿Quiénes participaron en las Guerras Lusitanas?
La guerra armada fue protagonizada por dos bandos principales, los cuales son:
- Los Lusitanos o las tribus de Hispania Ulterior, un grupo de nativos que se unió a los Vetones, personas que residían en los ríos cercanos a las provincias Ávila, Cáceres, Salamanca, Toledo y Zamora, llamados Duero y Tajo y estos a su vez de aliaron con la parte Norte de Portugal, un pueblo originario de Celta, un pueblo pre-romano.
- Los romanos, el ejército opresor que fue comandado por su General Cayo Vetilio.
Sin embargo, podemos nombrar también como participantes al Procónsul de la Hispania Citerior, el señor Marco Popilio Laenas y Lucio Emilio Paulo. Por otro lado, jugó también un papel protagónico Viriato, quien pasó de ser un humilde pastor a ser el líder y General en jefe de los lusitanos, al reclutar hombres, mujeres y niños para la posterior organización de guerrillas armadas y tácticas efectivas para aplicarlas en contraposición o ataque de la gran potencia romana que los subyugaba.
En cierto punto de la historia, una de las pausas que comentamos al principio fue cuando muere un hombre de nombre Púnico, que había proseguido con la capitanía de los rebeldes, pero de una forma más tranquila entra en juego la actuación de Cesaro, el siguiente sucesor del mando alzado tras la muerte del anterior, causando una revuelta sobre este cuerpo armado.
Durante los párrafos anteriores nos hemos concentrado en la intervención de las personas internas al desacuerdo pero no por eso nos olvidamos de la mención de quienes se inmiscuyeron de manera internacional. Entre estos solo destaca Cauceno, quién desde el norte de África inicia un levantamiento contra la potencia romana.
Causas de las Guerras Lusitanas
Cuando estudiamos un poco más a fondo los motivos por el cual se desarrollaron las Guerras Lusitanas, concluimos que las mismas fueron completamente triviales, apresuradas y hasta malinterpretadas, puesto que principalmente se basaron en el razonamiento de que las fortificaciones que se realizaron a fin de ampliar el territorio romano en la cuidad que gobernaba Viriato, con el fin de incluir a todas los habitantes aledaños, eran una amenaza y una rebelión en contra del dominio romano. Además, se calificó como una clara ruptura de los acuerdos pacíficos que se habían firmado hasta el momento y hasta se consideró como una formación de fuerzas armadas anti-romanas. Pero esto no es todo, a parte de esta razón principal, se vieron envueltos otros asuntos como:
- Los saqueos o robos realizados por los lusitanos en Hispania Ulterior.
- Los prejuicios.
- Las matanzas realizadas por el ejército romano con un apresurarse, pensando que este sería el único medio y solución para el conflicto y la paz.
- La división de Hispania en Hispania Ulterior e Hispania Citerior.
- La rebelión de las dos Hispanias.
- La persecución romana dada a Viriato por ser el creador de las guerrillas lusitanas.
- La captura y posterior escape de abundantes rebeldes.
- El ataque y asedio de Asta Regia.
- Las revueltas de Púnico.

Consecuencias de las Guerras Lusitanas
Consecuencias devastadoras dejan las Guerras Lusitanas debido a las causas anteriores. Muerte, muerte, desastres y más muertes, tanto fue así que aunque se puso fin a las Guerras Lusitanas, no acabaron las batallas sino que se iniciaron nuevas. A continuación, te mencionamos los resultados finales.
- La devastación y desastre de gran cantidad de regiones.
- La deslealtad dentro del mismo ejército tras la muerte de Viriato por mano de sus colaboradores (Maro Popolio Laenas, el procónsul de la Hispania Citerior).
- La derrota de seis mil hombres romanos y treinta mil lusitanos.
- La captura de 2.300 alzados y matanza de más de 18.000 personas.
- La masacre de entre 800.000 y 900.000 rebeldes y la venta de algunos sobrevivientes como esclavos, entre estos la cantidad de 20.000 hombres, mujeres y niños.
- El inicio de las Guerras Celtibéricas.
- El comienzo de la Guerra Numantina.
Vencedor de las Guerras Lusitanas
Después de tantos años de lucha, paz, revueltas, derrotas, y victorias, llega el momento decisivo de las Guerras Lusitanas, el cual terminó siendo inicialmente una humillación para la potencia romana debido a que estaban siendo llevados contra su voluntad a firmar un tratado de paz con el que no estaban de acuerdo, por lo que de cierto modo se pusieron manos a la obra y demostraron la superioridad que caracterizaba a los romanos de la época.
Dirigidos por Servilio Cepión, dominan y eliminan por completo, una vez para siempre al caudillo de los lusitanos, el señor Viriato, debilitando con ello a las guerrillas rebeldes al ponerlas al descubierto y siendo esta la forma en cómo llegan las fuerzas romanas a ser proclamados vencedores.

Apasionado por la cultura y la historia mundial. Redactor digital a tiempo completo.