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Época de Rosas (1829-1852)

Se denomina “Época de Rosas” a aquellos años en donde la política rioplatense estuvo influenciada por la figura de Juan Manuel de Rosas y su facción del federalismo. Es una etapa histórica muy controversial debido a que existen corrientes historiográficas que consideran a la figura de Rosas como un “Cruel Tirano”, mientras que otras corrientes ven en él a un “defensor del orden” y un “gran líder popular”. ¡A continuación analizaremos y veremos los principales hechos de este periodo!

El final de la “Revolución” de Lavalle y del movimiento decembrista¹

El nombramiento de Lavalle como gobernador de Buenos Aires, tras el “movimiento decembrista”, provocó el recrudecimiento de los levantamientos rurales que se venían produciendo desde fines de 1928. En un principio, los sectores populares de la campaña bonaerense se sublevaron por un temor a la reimplantación de la leva forzosa y por las malas condiciones de vida tras una prolongada sequía. Sin embargo, tras la ejecución de Dorrego, los levantamientos se tornaron más virulentos debido a la conexión que tenía aquella figura con los sectores populares.

Retrato del General Lavalle..
Retrato del General Lavalle. Extraído de Wikipedia

El levantamiento rural contaba con cierta autonomía y actuaba por intereses que le eran propios. Finalmente, la sublevación hacia un  gobierno que consideraban ilegítimo, concluyó en Abril de 1829 luego de la derrota del General Lavalle en Puente de Márquez por las fuerzas conjuntas de López y Rosas. Vale destacar que este último logró apropiarse del sentido de la protesta rural. Rosas optó como estrategia política contar con una intencionada identificación con los sectores populares y fue considerado como protector de una comunidad que veía peligrar la base de su existencia.

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El estado de conmoción que vivía la ciudad de Buenos Aires, producto de los levantamientos rurales que recordaban a la anarquía, condujo a Lavalle a proponer la paz con Juan Manuel de Rosas. El 24 de Junio se acordó el cese a las hostilidades en la zona de Cañuelas. El famoso “Pacto de Cañuelas” estipulaba que Rosas sería el  custodio y protector de la campaña de Buenos Aires y, además,  se acordó una futura elección de representantes bajo una lista compartida de candidatos entre Unitarios y Federales.

Artículo 1. Cesarán las hostilidades, y quedarán restablecidas, desde la fecha de la presente convención, todas las relaciones entre la ciudad y la campaña.

Artículo 2. Se procederá a la mayor brevedad posible a la elección de representantes de la Provincia con arreglo a las leyes.

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Artículo 3. Quedando, como queda, el Comandante General don Juan Manuel de Rosas, especialmente, encargado de mantener y conservar la tranquilidad y seguridad de la campaña, tomará todas las medidas que juzgue convenientes…

“Pacto de Cañuelas“ Asambleas Constituyentes Argentinas, Tomo VI, 2° parte, pág. 193. extraído de Ravignanidigital

Sin embargo, dicho pacto no fue bien recibido por una amplia mayoría de Unitarios que, influenciados por la victoria en la batalla La Tablada de José María Paz (Unitario) sobre Facundo Quiroga (Federal), decidieron desconocer la lista compartida. El 26 de Junio de 1829 los unitarios vencieron en las elecciones con sus propios candidatos pero dicha contienda fue declarada fraudulenta por parte de los federales.

Lavalle decidió no reconocer el resultado electoral y reanudó las negociaciones con Rosas. A través del “Pacto de Barracas” se designó al General Viamonte como nuevo gobernador provisorio de Buenos Aires.

Gobierno de Viamonte (26 de Junio – 8 de Diciembre de 1829)²

Retrato del general Juan José Viamonte.
Retrato del general Juan José Viamonte. Extraído de biografiasfamiliares.

Viamonte gobernó con facultades extraordinarias (atribuciones que exceden al poder ejecutivo pero que son otorgadas de forma momentánea para superar una crisis) gracias al acuerdo de Barracas. Tenía un fuerte vínculo con Rosas y benefició a este en la ampliación de su influencia y poder. A través de un Decreto de Reparto de Tierras, se le otorgó a Rosas la potestad de designar en qué puntos de la nueva línea de fronteras se podían establecer poblaciones y quienes las integrarían.

Otras medidas políticas realizadas durante los pocos meses de gobierno de Viamonte fueron:

  • La firma de una Convención con la provincia de Santa Fe. Logró actualizar los compromisos de paz del anterior Tratado del Cuadrilátero y, a su vez, la autorización para manejar sus relaciones exteriores.
  • La firma de un tratado con la provincia de Córdoba que daba lugar a una alianza ofensiva-defensiva contra los indios fronterizos.
  • Estableció un Senado Consultivo en donde se reunían las principales figuras de Buenos Aires.
  • En lugar de llamar a nuevas elecciones, decidió restablecer la antigua Sala de Representantes que había sido disuelta por el movimiento de Lavalle el 1 de Diciembre de 1828.

La Sala de Representantes contaba con 33 miembros, de los cuales 32 optaron por nombrar a Juan Manuel de Rosas como titular del poder ejecutivo provincial con facultades extraordinarias el 8 de Diciembre de 1829. Por otra parte, se le designó a Rosas el título de Restaurador de las Leyes e Instituciones de la Provincia de Buenos Aires debido a su contribución por reestablecer un orden en Buenos Aires.

El Primer Gobierno de Rosas (1829-1832)³

El primer gobierno de Rosas se caracterizó por las constantes disputas, en el interior de la Sala de Representantes, sobre la renovación o no de las facultades extraordinarias en el gobernador. Por un lado, estaban quienes defendían la posición fuerte de Rosas (denominados apostólicos). Por el otro lado, estaban quienes anhelaban un equilibrio entre los poderes y  las libertades individuales (llamados Lomos negros o cismáticos).

Retrato del General Juan Manuel de Rosas". Cuerpo entero. Óleo sobre tela. Autor: Fernando García del Molino, Buenos Aires.
Retrato del General Juan Manuel de Rosas». Cuerpo entero. Óleo sobre tela. Autor: Fernando García del Molino, Buenos Aires. Extraido de Museo Histórico Nacional.

Algunas medidas políticas importantes de esta gestión fueron:

  • Los magníficos espectáculos funerarios para la figura de Manuel Dorrego (El rosismo se sirve del simbolismo adoptado por esta figura y su federalismo).
  • Decretos que tendían a imponer las opiniones del gobierno, silenciando las voces disidentes o contrarias al rumbo establecido.
  • Censura de los periódicos El Comercio y El Clasificador por haber exigido una organización constitucional de la República.
  • Exigencia de un permiso oficial para la publicación de un periódico.
  • Uso obligatorio de la divisa punzó entre los empleados del gobierno y servidores públicos.

A lo largo del año de 1832 tuvo una gran repercusión la discusión sobre la no renovación de las facultades extraordinarias ejercidas por Rosas. Luego de la derrota de los unitarios y su Liga del Interior, comenzó a plantearse la posibilidad de retornar a la normalidad institucional. 

Para Rosas, la normalidad institucional (y con ella la separación de los poderes) sólo generarían el retorno a la inestabilidad política porque las pasiones de la oposición no fueron acalladas del todo. Finalmente, a fines de 1832 y poco antes de que terminara el mandato de Rosas, la mayoría de la Sala de Representantes decidió que las facultades extraordinarias no serían renovadas. Al mismo tiempo se le ofrecía a Rosas ser reelecto como gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Rosas no estaba dispuesto a aceptar la gobernación en esas condiciones, en donde su poder se veía disminuido, y presentó la renuncia. Sin embargo, la Sala de Representantes era consciente del poder de Rosas y rechazó su renuncia. Es decir, los hombres fuertes de Buenos Aires entendían los peligros que conllevaría la ruptura con Rosas y las ventajas que provocaba contar con él en el gobierno. Por ello, tuvo lugar una serie de negociaciones entre la Sala de Representantes y Rosas que dio como resultado la elección de Juan Ramón Balcarce como nuevo gobernador el 17 de Diciembre de 1832.

Retrato de Juan Ramón Balcarce.
Retrato de Juan Ramón Balcarce. Extraído de todo-argentina.

Por su parte, ya fuera del gobierno, en 1933 Rosas lideró la, mal llamada, Campaña del Desierto (debido a que la aventura se realizó sobre tierras pobladas por los pueblos originarios, no en un desierto) con el fin de ganar tierras y expandir la línea de frontera hacia los ríos Negro y Neuquén. A pesar de la matanza realizada, la campaña fue exitosa para los intereses económicos de la elite ganadera de Buenos Aires. Gracias a ello, Rosas ganó un gran prestigio.

El interregno político (1833-1835)

Balcarce había sido Ministro de Guerra de Rosas y este consideraba que sería una figura que se adaptaría fácilmente a sus sugerencias. Sin embargo, Balcarce se dejaría influir por los lomos negros, especialmente por su primo y Ministro de Guerra, el general Enrique Martínez.

El general Martínez comenzó por quitarle apoyo a Rosas y su Campaña del Desierto. Martínez buscó concentrar “bajo su ala” a todo tipo de opositores al rosismo. El Ministro de Guerra intentó articular un conjunto de intereses y personajes políticos que eran muy heterogéneos y, en algunos casos, contradictorios. Rosas comprendió rápidamente la situación y estableció una enemistad contra el ministro y su gobierno.

Retrato de Enrique Martinez.
Retrato de Enrique Martinez. Extraído de Historiahoy.

A lo largo de esta contienda política, se destacaron dos fenómenos que serían  luego simbólicos y característicos del rosismo. Por un lado, la creación de la Mazorca. Esto era un grupo de choque reclutado entre los sectores populares y utilizado para presionar a los opositores. Una de las máximas referentes de esta agrupación era la esposa de Rosas, Encarnación Ezcurra. Por otro lado, se desató una hábil guerra propagandística que buscaba posicionar a los amigos y a los enemigos del Restaurador de las leyes. A los aliados se los consideraba Buenos federales o federales apostólicos, y a los enemigos se los catalogaba como decembristas unitarios, logistas y anarquistas. Según la prensa rosista, estos enemigos siempre estarían planeando un complot para derrocar el gobierno y hacerse del poder.

Hombre perteneciente al cuerpo de la Mazorca. A estos se los reconoce como Mazorqueros. Óleo realizado por Juan Manuel Blanes.
Hombre perteneciente al cuerpo de la Mazorca. A estos se los reconoce como Mazorqueros. Óleo realizado por Juan Manuel Blanes. Extraído de Wikipedia.

Rosas insistía mucho en el papel que debía jugar la prensa y le exigía a sus publicistas que redacten de una forma que pueda ser interpretada por los sectores más populares. Por ello, la escritura en forma de “verso” jugó un papel fundamental, ya que era una de las formas literarias favoritas de la plebe y los soldados.

La Mazorca y la Guerra propagandística eran armas de lucha política utilizadas a conciencia. Con ellas no sólo se buscaba movilizar y representar a los sectores populares ,sino también disciplinar a las elites políticas que podrían poner en peligro la estabilidad de su régimen.

Se fue desatando un clima de violencia, acompañado por publicaciones de todo tenor que destacaban los aspectos más bajos de sus rivales o, en última instancia, los inventaban. En este ambiente tan exaltado, en Octubre de 1833, un fiscal tomó acciones legales contra periódicos de ambos bandos de la disputa política. El fiscal los acusó de ofender la honorabilidad de los individuos y el respeto al gobierno. Entre los periódicos enjuiciados figuraba uno llamado El Restaurador de las Leyes y que era leal al rosismo.

Los rosistas aprovecharon la ocasión para confundir a la opinión pública. Empapelaron la ciudad con afiches anunciando que “se iba a procesar al  Restaurador de las Leyes” para que los sectores populares creyeran que se trataba del mismo Rosas. De este modo se desató la llamada Revolución de los Restauradores que puso en jaque al gobierno de Balcarce.

Finalmente, Balcarce renunció a la gobernación, y el 4 de Noviembre, nuevamente, fue elegido gobernador Juan José Viamonte. Este intentó conciliar ambos bandos federales y aplicó políticas moderadas. Sin embargo, el contexto político era muy complicado: la Legislatura era dominada por los lomos negros pero en las calles predominaban los rosistas. Los restauradores no detuvieron la agitación, ya que el objetivo principal era que los representantes de la Legislatura reconocieran la necesidad de otorgar a Rosas la gobernación y las facultades extraordinarias.

En un clima muy agitado por la presión de los rosistas más intransigentes ( la Sociedad Popular Restauradora y la Mazorca) que provocaron numerosos destrozos y exilios (vale destacar que no permitieron la estadía del ex presidente Bernardino Rivadavia luego de un retorno tras varios años en el exterior), Viamonte renunció a la gobernación en Junio de 1834.

Retrato de Manuel Vicente Maza.
Retrato de Manuel Vicente Maza. Extraído de Wikipedia.

La Legislatura eligió a Rosas para ocupar el puesto vacante pero sin las facultades extraordinarias. Por ende, el caudillo no aceptó el cargo. El puesto de gobernante quedó vacante hasta que fue ocupado de forma provisoria por Manuel Vicente Maza el 1 de Octubre de 1834. Este era el presidente de la Legislatura y, además, íntimo amigo de Rosas. En síntesis, su gobierno se caracteriza por allanar el camino para el regreso triunfal del Restaurador de las Leyes.

Se esperaba que el traspaso del gobierno sea de forma “paulatina” pero debió ser acelerado por la conflictiva situación de las provincias del Interior. Mientras Buenos aires parecía encaminarse a la estabilidad bajo la tutela de Rosas y su facción, en el Interior el panorama se complicaba por el debilitamiento del Pacto Federal tras el asesinato de Facundo Quiroga, uno de los máximos líderes de la región y aliados al rosismo.

Retrato de Facundo Quiroga.
Retrato de Facundo Quiroga. Extraído de Infobae.

La muerte de Quiroga provocó un profundo temor, ya que parecía materializarse el tan proclamado complot unitario agitado por el rosismo. Además, la situación autonomista de la provincia de Jujuy, sumado al incremento de la influencia del gobernador tucumano Heredia, generaba el recuerdo de la fragmentación política de la llamada “Anarquía del año XX”. Esta situación fue aprovechada hábilmente por Rosas. El 6 de Marzo de 1835 la Sala de Representantes lo nombró gobernador y Capitán General de la Provincia por cinco años con la suma del poder público y las facultades extraordinarias con el fin de que pudiera restablecer el orden propicio para los intereses económicos de la elite de Buenos Aires.

Segundo Gobierno de Rosas ( 1835-1852)

Rosas quería que esos poderes excepcionales tuvieran una base firme, más allá de la legalidad de la elección por parte de la Sala de Representantes. Por ello, convocó a un plebiscito (votación popular) donde el pueblo se expresó directamente si aceptaba o no esa concentración de poderes. Los comicios se pronunciaron masivamente a favor de la medida. Finalmente, Rosas asumió el cargo de gobernador con un masivo apoyo popular.

Rosas con sectores populares, por Martín Boneo.
Pintura que refleja el contacto de Rosas con los sectores populares. Candombe federal en época de Rosas, por Martín Boneo. Extraído de Cervantesvirtual.

Así, se instauró un nuevo tipo de legitimidad y juego político: contar con el apoyo popular y su autorización para realizar medidas políticas, en lugar de esperar la deliberación de la Sala de Representantes. Será una constante de Rosas el renunciar a sus atribuciones en forma de ritual y que se le ratifique su puesto de gobernador con poderes extraordinarios a través de peticiones populares o plebiscitos. A su vez, tendrá el mismo accionar para la renovación de las facultades de Buenos Aires para representar a las provincias en el comercio exterior. Rosas presentaba su renuncia a tal atribución pero nadie la aceptaba por temor a la represalia.

Si bien no existía una organización constitucional para el país, la Confederación Argentina existía como hecho bajo el dominio de Buenos Aires. Las provincias delegaron al gobierno bonaerense las relaciones exteriores. Según Rosas no se debía tener urgencia en crear crear un gobierno central para todo el territorio de la confederación ni tampoco nombrar un jefe supremo para dicha entidad, ya que lo primordial era que cada una de las provincias lograra la estabilidad interior y forjaran sus propias constituciones. Una vez cumplido dicha prioridad, se pasaría a trabajar sobre los cimientos de la Constitución Nacional. 

En realidad, la elite de Buenos Aires buscaba que su provincia sea el centro de la federación y dominar desde su propio territorio al conjunto del país, sin perder por eso su autonomía. De este modo, Buenos Aires podía ser una ciudad rectora sin tener que pagar el costo de ser capital y evitar repartir los recursos derivados del comercio de su puerto.

Principales hechos del segundo Gobierno de Rosas

Durante 17 años de gobierno, el federalismo rosista mantuvo una hegemonía a lo largo de todo el territorio de la confederación. Las medidas políticas realizadas y los conflictos desatados son numerosos, por ende, destacaremos las principales:

  • Hubo una proliferación de saladeros en la provincia de Buenos Aires que dio como resultado el enriquecimiento de una poderosa élite ligada al comercio de productos derivados del ganado vacuno.
  • Se votó la Ley de Aduanas de 1835. Esta protegía distintas producciones provinciales, ya que prohibía la importación de productos extranjeros cuyos similares criollos podían satisfacer el mercado interno. Sin embargo, el puerto de Buenos Aires seguía siendo el único puerto habilitado para el comercio internacional.
  • Participación aliada con Chile en la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana en 1837.
  • Bloqueo frances al puerto de Buenos Aires (1838-1840): la raíz de este conflicto se deriva del interés francés que desde la década de 1820 quería recibir el trato comercial de “nación más favorecida” tal como lo había obtenido Gran Bretaña en 1825. Rosas se negó a cumplir dicha demanda. y con la excusa de la muerte de un artista francés en una prisión porteña, los franceses establecieron un bloqueo en el puerto. Finalmente, los franceses tuvieron que desistir de un bloqueo que les era muy costoso y, además, era criticado por la prensa internacional. Finalmente, tras el Tratado de Mackau-Arana, la figura de Rosas se verá incrementada y laureada como defensor de la soberanía.
  • En 1839 tuvo lugar una serie de victorias por parte de los rosistas contra levantamientos organizados por el gobierno de Corrientes, el general Juan Lavalle, la familia Maza y hacendados de la campaña de Buenos Aires en Dolores y Chascomús.
  • Se desarrolla la famosa Guerra Grande (1839-1851) en la región del Río de la Plata. Se produce una intervención por parte de los federales Rosistas en el conflicto entre los bandos Blancos y Colorados en la Banda Oriental. Los Blancos eran aliados al federalismo rosista y estaban encabezados por Manuel Oribe. Los Colorados serán apoyados por los unitarios y estarán liderados por Fructuoso Rivera. 
  • En 1840 el federalismo rosista  logró aplastar a la Coalición del Norte (formada por los gobiernos de Tucuman, Salta, Catamarca, La Rioja y Jujuy) y liderada por Lamadrid.
  • En 1842 el rosismo logra vencer a una alianza entre el general Paz con los gobernadores de Corrientes y Santa Fe. Finalmente, todo el territorio quedó bajo la unanimidad federal y la lealtad a Rosas luego que cayera derrotado el último foco disidente del litoral liderado por Rivera en unión con Corrientes.
  • Bloqueo Anglo-francés (1845-1848): la oposición rosista alojada en montevideo persuadió a las potencias europeas de su intervención en el Río de la Plata. Francia e Inglaterra declararon el bloqueo a Buenos Aires. Una flota anglo-francesa se internó en el río Paraná en una expedición militar y comercial, a fin de forzar la apertura de los puertos de las provincias del litoral y Paraguay. Buenos Aires plantó una resistencia en el combate de la Vuelta de Obligado. Finalmente los ingleses se retiraron en 1847 y los franceses en 1848 (producto de la revolución liberal en su propio país). Nuevamente el rosismo logró resistir y salir bien parado de otro conflicto internacional.
Retrato de la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Retrato de la Batalla de la Vuelta de Obligado. Extraído de Telam.

Hacia el final del rosismo (1848-1852)

Luego de las numerosas victorias frente a los levantamientos opositores y los bloqueos económicos por parte de las potencias europeas, Buenos Aires y el rosismo vivieron una época de hegemonía total dentro del territorio. La provincia hegemónica venía experimentando un proceso de expansión ganadera sin rivales (gracias al debilitamiento y crisis de las provincias litorales y la Banda Oriental).

Sin embargo, Entre Ríos logrará recuperarse económicamente. Este reflote generará conflictos con Buenos Aires. El monopolio del comercio exterior ejercido por esta y la prohibición de la libre navegación de los ríos se convertirán, finalmente, en la causa del conflicto que terminará por derrocar al régimen rosista.

La mencionada “Guerra Grande”, en la actual Uruguay, y el bloqueo anglo-francés en Buenos Aires lograron estimular la economía de Entre Ríos que se logró convertir en el principal proveedor de Montevideo. Justo José de Urquiza era gobernador de la provincia entrerriana desde 1841 y era uno de los principales empresarios ganaderos de la Confederación. Si bien en un principio fue aliado de Rosas, paulatinamente, Urquiza irá aglutinando bajo su égida a distintos opositores del caudillo porteño. 

Retrato de Justo José de Urquiza. Museo Histórico Nacional.
Retrato de Justo José de Urquiza. Se encuentra en el Museo Histórico Nacional. Extraído de Compartir.Cultura.

Uno de los principales opositores a Rosas era el Imperio Brasileño el cual pretendía la libre navegación del Río Paraná para fines comerciales. Por su parte, Rosas veía esta pretensión brasileña como demostración de la voluntad del imperio de expandirse hacia el Río de la Plata. Otro gran opositor al rosismo fue el gobierno de Montevideo bajo las órdenes de Joaquín Suarez.

En 1851 se rompieron las relaciones entre la Confederación Argentina y el Imperio de Brasil. Por otra parte, el 1 de Mayo de 1851 se produjo el pronunciamiento de Urquiza. Es decir, el gobernador entrerriano aceptó la renuncia, falsa y escenificada,  de las relaciones exteriores que reiteradas veces Rosas realizó en forma de ritual. Por ende, Entre Ríos reasumió la capacidad de relacionarse directamente con los otros gobiernos del mundo. A su vez, el gobernador entrerriano expresó su voluntad de lograr la Organización Nacional bajo una Constitución, algo que Rosas constantemente posponía. 

Según Urquiza, el nuevo orden nacional debía asegurar que Buenos aires no impusiera su hegemonía sobre las demás provincias. Vale destacar que el principal objetivo del caudillo entrerriano era la apertura de los ríos interiores al comercio exterior.

El Pronunciamiento significó una declaración de guerra al régimen rosista. Sin embargo, sólo Corrientes adhirió al pronunciamiento. Tiempo más tarde, Urquiza formaría una alianza con el Imperio de Brasil, el gobierno de Montevideo y Corrientes. Con su colaboración, Brasil aseguraba su posesión de las Misiones Orientales y el permiso de navegación de los ríos interiores de la Cuenca  del Plata.

Las tropas brasileñas y las de Urquiza combatieron juntas contra las fuerzas del aliado oriental de Rosas, Manuel Oribe, en la actual Uruguay y vencieron. Muchos de los hombres de Oribe y gran parte de su armamento pasaron al bando opositor al rosismo y conformaron el llamado Ejército Grande (formado por soldados de las tres naciones).

El 3 de Febrero de 1852 se produjo el enfrentamiento entre el Ejército Grande y las fuerzas leales a Rosas en los campos de Caseros. Allí pelearon aproximadamente 50.000 hombres. Finalmente, Rosas perdió la batalla y ante la derrota debió renunciar a la gobernación y exiliarse bajo una legación Británica.

Retrato de la Batalla de Caseros.
Retrato de la Batalla de Caseros. Extraído de Todo-Argentina.

Bibliografía

¹ -Ternavasio, M. Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.

-Halperín T., Historia Argentina. De la revolución de Independencia a la Confederación rosista. Buenos Aires, Paidós, 1972.

-Di meglio, Gabriel. ¡Viva el bajo pueblo! la plebe urbana de Buenos Aires y la política entre la Revolución de Mayo y el rosismo. Buenos Aires, Prometeo, 2006.

² -Ternavasio, M. Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.

³ -Lynch, John. Juan Manuel deRosas, Buenos Aires, Hyspamérica, Buenos Aires.1986.

-Ternavasio, M., Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.

-Myers, Jorge. Orden y virtud. El discurso republicano en el régimen rosista. Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes. 1995.

⁴ -Ternavasio Marcela: Entre la deliberación y autorización. El régimen rosista frente al dilema de la inestabilidad política. En Goldman, Noemí. Salvatore, Ricardo. El caudillismo rioplatense, Nuevas miradas a un viejo problema, EUDEBA, 1998.

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-Goldman, N. (ed.), Lenguaje y revolución. Conceptos políticos clave en el Río de la Plata, 1780-1850. Buenos Aires, Prometeo, 2008.

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-Halperín T., Historia Argentina. De la revolución de Independencia a la Confederación rosista. Buenos Aires, Paidós, 1972.-Lynch, John. Juan Manuel de Rosas, Buenos Aires, Hyspamérica, Buenos Aires.1986.

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Matías Dotto

Historia - Universidad Nacional Tres de Febrero. Instituto de Estudios Históricos - UNTREF.

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