Dinastía Han
La Dinastía Han gobernó el Antiguo Imperio Chino durante cuatros siglos, entre el año 206 a. C y el 220 d. C. Fue la dinastía que pudo derrotar a la Dinastía Qin. Fue Liu Bang el primer emperador de la dinastía Han, también fue el primer emperador en provenir de una posición social humilde. El reinado de la dinastía Han tiene dos etapas, la primera donde gobiernan los Han Occidentales y la segunda, donde el poder pasa a los Han Orientales.
En el siguiente artículo repasaremos la historia de la Dinastía Han⁽¹⁾. ¡Acompáñanos!
El Antiguo Imperio Chino y la dinastía Han
La historia del Antiguo Imperio Chino comienza en el año 221 a.C. cuando la dinastía Qin, logró vencer a sus rivales, entre los que se contaba el reino Han, durante el período conocido como de los Reinos Combatientes. A pesar del dominio Qin, los Han siguieron luchando por su autonomía y por conquistar China.
El reino Han nace de la disolución del reino Jin en el año 371 a. C., el reino de Jin se disuelve. Se formaron, además, otros dos reinos: Zhao y Wei. Más adelante la historia de la dinastía Han se dividiría en dos. El primer período fue dominado por los Han Occidentales, y abarca desde el año 206 a. C. al año 9 d. C.; luego llegó la Dinastía Xin al poder, gobernaron por nueve años, entre el año 9 y el 24. Finalmente, en el año 25 llegarían al poder los Han Orientales, mantendrían el dominio de China hasta el año 220.
La dinastía Han en el poder
Liu Bang llegó al poder luego de vencer a Xiang Yu, quien había sido su aliado en la lucha contra la dinastía Qin. Liu Bang pasó a la historia como Gaodi, que significaba Sublime Emperador. Gobernó la Antigua China desde el 206 a. C. al 195 a. C.
La capital de la Dinastía Han fue Chang’an. En el interior del imperio se mantuvieron algunos reinos, que estaban subordinados al emperador, pero que generaban conflictos internos recurrentemente, fue por esto que durante la historia de la Dinastía Han no estuvo ausente la guerra. Para resolver esta cuestión, Gaodi se decidió por instalar en lugar de los reyes a príncipes con sangre imperial, es decir, de la dinastía Han.
En la historia de los Han occidentales se sucedieron un total de doce emperadores. Durante este período lograron un gran crecimiento territorial y comercial. Además instalaron el confucianismo como religión oficial del Imperio. En el año 124 a. C. fundaron la Universidad Imperial, donde se enseñaba la doctrina de Confucio.
Crisis de la Dinastía Han y llegada de la Dinastía Xin
Al final de este período, las tensiones entre la dinastía Han y las familias más poderosas de China iban en aumentó. Además hubo grandes rebeliones populares. Esta situación de inestabilidad fue aprovechada por Wang Mang, quien logró vencer a las fuerzas de la dinastía Han, y coronarse como emperador, fundando el gobierno de la Dinastía Xin. Esta dinastía gobernaría desde el año 9 al 24. En la historia de China, el reinado de Wang Mang es visto como el fruto de un golpe de estado.
La dinastía de los Han Orientales
La familia Han lideró diversos disturbios y rebeliones en toda China, que protestaban contra la dinastía Xin. En el año 25, Liu Xiu, que estaba al mando de un poderoso ejército, declaró la restauración de la dinastía Han. Esta vez la capital estaría en Luoyang (actual Henan), por ello se les da el nombre de Han Orientales.
Las campañas militares hacia occidente fueron la característica del período de gobierno de los Han Orientales. Otra área que creció rápidamente fue la metalurgia, mejorando las herramientas y las armas. A pesar del desarrollo logrado, lo que marcó el final de la Dinastía Han fue la lucha interna. Los círculos cercanos al poder comenzaron a luchar entre sí. La disputa en la cima de la sociedad china llevó a que la base, es decir, los millones de campesinos y artesanos queden sumidos en una gran crisis económica.
De esta manera estallaron rebeliones populares en todo el imperio. El territorio del Antiguo Imperio Chino quedó en manos de los jefes militares: Cao cao al norte, Sun Quan al sur y Liu Bei en el Sichuan. Para el año 220 el poder de la Dinastía Han ya no existía, y China se vio en un contexto de fragmentación política. En China vendrían dos siglos marcados por la falta de un gobierno central que unifique el Imperio, el cual quedó fuertemente dividido entre norte y sur.
Bibliografía
¹ Maurizio Scarpari, Antigua China. Una cultura milenaria. Serie Grandes Civilizaciones, Folio, 2000.
Período de los Reinos Combatientes. En China desde el sur.
Cheng, A., Historia del pensamiento chino. Barcelona, 2003.
Relinque Eleta, A., (ed.), La construcción del poder en la China Antigua. Universidad de Granada, 2009.
Historia – Universidad de Buenos Aires.
Grupo de Historia Popular – Instituto de Historia Argentina y Americana «Dr. Emilio Ravignani».
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