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Diádocos

La historia está llena de grandes batallas que marcaron la conquista de terrenos y ciudades en manos de hombres hábiles. Tal es el caso de Alejandro Magno, ilustre ejemplo de lo que se considera un forjador de un imperio. A su muerte, el reino de Macedonia necesitaba un líder y es por ello que aparecen los diádocos, término griego para sucesor.

¿Qué eran los Diádocos?

El vocablo Diádocos fue un término griego cuyo significado es sucesor. Se les aplicó específicamente a los generales que acontecieron a Alejandro Magno tras su muerte en el año 323 a.C. Es digno recordar que Alejandro Magno logró dominar un vasto territorio, el cual organizó en diferentes estructuras. Este imperio estaba formado por: Siria, Palestina, Macedonia, Grecia, Mesopotamia y Egipto, entre otros.

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Los Diádocos contendían entre sí sobre quién era el beneficiario del trono, por lo que forjaron una serie de conflictos conocidos como la guerra de los Diádocos. Tras unos 10 años de luchas y batallas, solo quedaron Casandro, Lisímaco, Antígono, Seleuco y Ptolomeo.

Diádocos principales

Los reinos de los diádocos y sus vecinos tras la batalla de Ipsos
Los reinos de los diádocos y sus vecinos tras la batalla de Ipsos (301 a. C.), Seleuco (amarillo), Lisímaco (anaranjado), Casandro (verde) y Ptolomeo (azul).

Para entender lo que narra la historia de los diádocos, es necesario conocer el origen de algunos de ellos. Entre los principales se pueden resumir:

Antígono

Fue el fundador de la última dinastía macedónica, noble y general al servicio de Filipo II y Alejandro el Grande. Al fallecimiento de este, tomó la mayor parte del imperio con la intención de reunificar las tierras conquistadas.

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Sin embargo, todos los demás generales siempre estuvieron en su contra, por lo que en el año 301 a. C., murió en batalla. Para los historiadores, él y su hijo fueron responsables de las intrigas que generaron más de veinte años de batalla.

Ptolomeo

A la muerte de Alejandro, este se encargó de la satrapía de Egipto. Luchó en todo momento en las Guerras de los Diádocos para mantener el territorio. Ensanchó su imperio a Cirene y Chipre afianzándolo con una mezcla de política exterior y una correcta organización administrativa y militar. Murió antes de dar fin a las disputas por los territorios del imperio.

Lisímaco

Fue un general que recibió de Alejandro Magno la sección denominada Tracia para que fungiera como gobernador. Aunque no participó completamente en las guerras, si se afianzó a su autoridad sobre Tracia. Luego, se unió en una lucha contra Antígono. Murió en contienda con Seleuco en la batalla de Corupedio (281 a.C.).

Seleuco

Fue un militar macedonio participante en el homicidio del regente Pérdicas y en el reparto del imperio recibió la satrapía de Babilonia. Con el tiempo fue un asociado de Ptolomeo y otros diádocos para someter a Antígono, logrando ocupar Persia, Bactriana y el norte de Siria.

Guerras de los Diádocos

Antes de entrar en historia de los diversos conflictos por territorios, es necesario determinar los sucesores directos y los diádocos que asumieron el poder de Alejandro Magno. Inicialmente, entregó el anillo de sellar a su amigo, el general Pérdicas, quien, ante la muerte de Alejandro, decidió esperar que la viuda diera a luz a su hijo. También, se acariciaba la idea de dejar a su hermano, aunque estaba incapacitado para gobernar debido a los problemas mentales.

Pérdicas recibe el anillo de Alejandro Magno en el lecho de muerte de éste
Pérdicas recibe el anillo de Alejandro Magno en el lecho de muerte de éste

Como los sucesores no estaban en condiciones para asumir el control, se designó como administrador a Pérdicas, quien distribuyó las regiones. Sin embargo, al no estar bajo la autoridad de Magno, sus colaboradores, ahora Diádocos, se enfrentaron en luchas despiadadas por los territorios y poder. Por tal razón, surgieron las Guerras de los Diádocos que se resumen a continuación:

Primera Guerra de los Diádocos (322 a. C.-319 a. C.)

Cuando Pérdicas asume el poder en nombre del heredero neonato del general, este trata de mantener el imperio unido con el apoyo de Olimpia la madre de Alejandro. Sin embargo, ante la insolencia de Ptolomeo tras la conquista de un territorio que le pertenecía, sale en combate en el que pierde la vida.

En esta lucha se midió con una coalición constituida por Antípatro, Crátero, Antígono, Lisímaco y Ptolomeo. El único apoyo fue Eumenes, quien en combate con Crátero le ocasiona la muerte. Posteriormente, se realiza una nueva repartición de los poderes donde Antípatro fue elegido como nuevo regente. Tras su muerte en el 319 a.C. se elige a Polisperconte.

Segunda Guerra de los Diádocos (319 a. C.-315 a. C.)

Esta guerra acontece porque Antípatro no confiaba en su hijo Casandro, por lo que nombró a Poliperconte heredero de su gobierno de Macedonia. Ahora bien, Antígono se alió con Casandro, Lisímaco y Ptolomeo para batallar contra el nuevo regente. En su lucha, Casandro se impone en Grecia y Macedonia, manteniendo la alianza con Atenas. Tras el asesinato de Olimpia y Filipo III este se comporta como rey.

Por su parte, Antígono se abre lucha en Asia donde triunfa. Tras una serie de luchas, en el 316 a.C. se pone como meta reorganizar Asia y nombra persas para ocupar cargos importantes. Para este momento, es uno de los Diádocos más poderosos.

Tercera Guerra de los Diádocos (314 a. C.-311 a. C.)

La tercera guerra de los diácodos es un enfrentamiento de las fuerzas coaligadas de Ptolomeo I, de Seleuco de Casandro (rey de Macedonia) y de Lisímaco contra los ejércitos de Antígono. Sin embargo, ninguno consigue ventaja. Por ello, firman un tratado donde cada uno conserva sus posesiones, dejando en libertad a los griegos.

Este período de supuesta paz, es una interrupción que dura muy poco tiempo. Seleuco contraría a los generales enviados contra él por Antígono, y amplía su gobierno a todas las satrapías interiores. En este caso, Antígono y su hijo son dominados por Seleuco, con lo que se extingue la sola idea de restablecer el imperio de Alejandro el Grande.

Al mismo tiempo, en Macedonia, Casandro se encargó de la muerte de Alejandro IV y su madre Roxana, llevando a su fin a la dinastía de Alejandro.

Cuarta Guerra de los diádocos (308 a. C.-301 a. C.)

Tras la muy corta paz alcanzada, la guerra vuelve a surgir. Ptolomeo había desarrollado su dominio al mar Egeo y a Chipre, a su vez, Seleuco estaba fortaleciendo su autoridad en los grandes territorios del imperio de Alejandro. Ptolomeo se valió de la impotencia de Antígono y dejó a un lado la paz restableciendo las rivalidades.

Los conflictos entre los Diádocos se prolongaron por un total de cuarenta años. Para este momento, Antígono y su hijo Demetrio entraron en territorios de Lisímaco y Casandro, tomando la parte europea del Imperio. No obstante, fueron derrotados por Seleuco y expulsados de Asia.

El final de la guerra de los Diádocos

En conclusión, los diádocos fueron sucesores de Alejandro Magno que aprovecharon su imperio para disfrutar de poder y autoridad. A pesar de los esfuerzos, nunca lograron unir el imperio heredado.

Sin embargo, surgió una cultura griega producto de la interacción de los diferentes pueblos y la fusión del Oriente con el Occidente. En la historia, se conoce como período helenístico, período donde ninguno de estos diádocos resultó líder, pero si surgió una cultura unificada y con mismos objetivos.

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Alejo Marino

Apasionado por la cultura y la historia mundial. Redactor digital a tiempo completo.

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