Corea bajo el dominio de Japón (1910-1945)

Corea estuvo dominado por Japón bajo diferentes instancias: primero como protectorado (1905-1910) y luego como colonia (1910-1945). Tras 35 años de ocupación, los japoneses se vieron obligados a abandonar sus pretensiones imperialistas sobre Corea luego de su rendición en la Segunda Guerra Mundial, el 15 de agosto de 1945. ¡A continuación, les brindaremos más información sobre este hecho histórico, acompáñennos!

Antecedentes ⁽¹⁾

Corea fue capaz de mantener temporalmente su independencia apostando por los intereses rusos contra Japón, pero esta maniobra terminó en un fracaso tras la derrota rusa en la Guerra Ruso Japonesa (1904-1905). Desde la perspectiva de Japón, la península de Corea (a tan sólo 80 kilómetros de territorio japonés) era como una «Daga apuntando al corazón del país». Vista como una imagen amenazadora, Corea era comprendida como un punto estratégico vital para el imperialismo nipón.

Durante la contienda entre Rusia y Japón, las tropas japonesas ocuparon Seúl y los coreanos se vieron obligados a aceptar a los asesores recomendados por estas, con poder incluso para aprobar decisiones a nivel del gabinete coreano. Tras la guerra, en 1905, Corea quedó reducida a un protectorado japonés mediante la firma del Tratado forzado de Eulsa (17 de Noviembre de 1905).

El emperador Kojong, quien había aceptado forzosamente el protectorado japonés, intentó apelar públicamente al apoyo mundial contra Japón, incluso envió a una delegación a la conferencia de paz en La Haya, Países Bajos. Sin embargo, el dominio japonés en la región era irreversible. Pronto el emperador coreano fue destituido y reemplazado por su hijo en 1907, año en que Corea fue obligada a renunciar a la administración de sus asuntos internos mediante Tratado Japón-Corea de 1907.

Mapa Imperio de Japón
Máxima extensión del Imperio de Japón, extraído de Steemit.

 

Durante el protectorado, todas las medidas importantes y los nombramientos de altos funcionarios requerían de la aprobación del residente general japonés. El ejército coreano fue disuelto y, en los años posteriores, la residencia general japonesa financió la creación servicios bancarios modernos y carreteras en Corea a través de préstamos japoneses; dejando como saldo a una Corea endeudada con Japón.

Como pretexto de las deudas no pagadas y el asesinato del residente general japonés en 1909, Japón se anexó abiertamente a Corea como colonia oficial en 1910 a través del Tratado de Anexión Japón–Corea.

Corea bajo el dominio de Japón (1910-1945) ⁽²⁾

El mandato japonés en Corea fue muy riguroso, ya que tras la anexión, todos los gobernadores generales japoneses de Corea fueron generales en servicio activo del ejército imperial, con la excepción de un almirante retirado de la marina. Entre 1910 y 1920, en el marco político y cultural, fueron prohibidos los periódicos de propiedad coreana y fueron proscriptas todas las reuniones políticas y asambleas públicas, mientras que en el marco económico, inicialmente, lo primordial se centró en la explotación de materias primas y la agricultura.

El 1 de Marzo de 1919, el malestar coreano estalló en protestas masivas inspiradas en la autodeterminación nacional. Las manifestaciones, donde participaron cerca de un millón de coreanos, comenzaron con la lectura de una «Declaración de Independencia» coreana. Las protestas fueron reprimidas brutalmente, pero conllevaron a la toma de una postura más amable por parte del régimen japonés. Algunas de las reformas fueron que las empresas incipientes ya no requieran del permiso gubernamental para funcionar e incluso el gobierno japonés comenzó a brindar subsidios a algunas compañías coreanas. La policía militar fue reemplazada por civiles (aunque incrementaron en sus números), se disminuyó la censura y empezaron a circular periódicos y revistas coreanas.

Soldados coreanos Ejército Imperial japonés.
Soldados coreanos reclutados por el Ejército Imperial japonés. Extraído Wikipedia.

Por otro lado, la colonización japonesa promovió en algunos sentidos la modernización e incluso occidentalización en Corea. Por ejemplo, aunque en el siglo XIX la economía comercial no agrícola coreana había estado menos desarrollada que la de china o Japón, a finales de la época colonial en 1945, Corea estaba mucho más industrializada que cualquier otra parte de Asia Oriental, exceptuando al propio Japón.

El intento de integración de Corea al Imperio japonés comenzó a acelerarse después de que Manchuria fue incorporada en 1931 y se le dio todavía más rapidez tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial en China en 1937. Si bien desde 1910 el japonés se había designado como lengua nacional, con el correr de los años la promoción de la lengua coreana fue visto como un acto subversivo hasta que fue prohibido de las escuelas públicas, el gobierno y la prensa privada en 1939. Pronto se prohibió la representación coreana en la legislatura japonesa; se desaprobaban los matrimonios entre japoneses y coreanos. En 1935, el culto coreano en santuarios de estilo japonés se hizo obligatorio.

La industrialización promovida en la región era conducida, en gran parte, por el gobierno con fines estratégicos militares que beneficiaban al Imperio de Japón. Después de 1937, la movilización industrial incluyó el reclutamiento forzoso de trabajadores coreanos, al mismo tiempo que se registraron bajas drásticas en el consumo de arroz per cápita en Corea. Esto se debió a que gran parte de las cosechas se exportaban en ese momento a Japón, mientras que la agricultura coreana reflejó pocas mejores en su productividad.

Desde 1943 los coreanos podían ser reclutados en el ejército imperial, al mismo tiempo que más de 100.000 mujeres coreanas fueron presionadas para convertirse en las llamadas «mujeres de confort», que proporcionaban servicios sexuales a los militares japoneses. La dura combinación de un rápido crecimiento industrial y la movilización forzosa de personas provocaron un gran desastre en Corea. Aproximadamente, un 20% del total de la población fue desarraigada y trasladada fuera de su área natal.

Bibliografía

¹-Coloma, C., La guerra Ruso-japonesa y su efecto sobre el mundo periférico. En Estudios de Asia y África, vol. 49, 2014. Publicado por el Colegio de México.

²-Béjar, María Dolores. Historia del siglo XX. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, 2018

-Holcombe, C. (2016). Una Historia de Asia oriental. De los Orígenes de la civilización al siglo XXI. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.

-Kinder, Hermann; Hilgemann, Werner. Atlas Histórico Mundial II. Madrid, 2006.

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