Civilización Caral
La civilización Caral, ubicada en la región norcentral de lo que hoy es Perú, es la civilización americana que data con la mayor antigüedad de todas. ¡A continuación, les brindaremos más detalles sobre su historia y cultura, acompáñennos!
Contexto ¹
La civilización Caral tuvo su vigencia entre los años 3700 y 1800 a. C, siendo así la más antigua de las civilizaciones prehispánicas, y tuvo como espacio de formación el Área Norcentral del actual Perú. El descubrimiento de Caral trasladó el típico centro de interés de las zonas altas de Los Andes (espacios dónde habitaron los tiahuanacotas e incas) hacia la región costera o litoral. Su antigüedad supera aproximadamente por 1500 años a la cultura Olmeca (considerada pionera en América) y su datación es muy similar al de las añejas civilizaciones de los otros continentes: Egipto, Sumeria, India.
Esta civilización se desarrolló en el Valle del Río Supe e influenció principalmente en aquella cuenca y en el área Norcentral conformada por: el espacio entre los ríos Santa y Chillón, el callejón de Huaylas, Conchucos, la puna de Junín y las cuencas de los ríos Marañon y Huallaga; también incluye regiones de costa, sierra y selva andina.
Fue entre los años 3500 y 3200 a. C, que tuvo vigencia la formación de los asentamientos humanos de Caral-Supe y es hacia el 2900 a. C. cuando floreció la capital de Caral. Tres siglos más tarde conformará un importante conjunto de estructuras ceremoniales, donde se destacaban cinco grandes plataformas piramidales y dos plazas hundidas circulares. Para ese entonces, existían en el valle de Supe ocho grandes sitios con arquitectura monumental, los cuales mantenían contactos, compartían prácticas religiosas y formas de organización.

Por otro lado, vale destacar que Caral mantuvo relaciones con otras culturas muy alejadas geográficamente. Por ejemplo, tuvieron acceso al Spondylus, un tipo de molusco característico de las aguas tropicales del Ecuador; también consiguieron sodalita, mineral oriundo de Bolivia, e incluso imitaron, en el entierro de un niño, la costumbre que se daba a los muertos en la cultura Chinchorro (Chile).
A partir del año 1800 a. C, la civilización Caral empezó a declinar, hasta entrar en crisis y colapsar, por un profundo cambio climático, que transformó a aquel productivo valle de Supe en tierras arenosas. Prolongadas sequías y hambrunas provocaron el abandono de sus habitantes hacia otros puntos. Además, otros estudios determinaron que aquella región sufrió una serie de fenómenos naturales extremos, como terremotos y lluvias torrenciales que anegaron la bahía de la ciudad pesquera.
Organización social, política y económica ²
Las dimensiones y complejidad de Caral generaron debates sobre su organización social y política. Al parecer, fue una sociedad con algún tipo de centralización en la toma de decisiones, ya que de otro modo la construcción de sus grandes estructuras arquitectónicas habría sido muy difícil.
Algunos consideran que su sociedad era plenamente urbana, con una organización estatal, aunque esto parece exagerado pues los hallazgos no evidencian una profunda especialización económica, ni divisiones sociales bien reconocidas ni una organización política coercitiva. Por otro lado, se sostiene que el carácter religioso de sus monumentos señalaría que algunos individuos, quizá jefes de linajes apoyados en creencias religiosas, habían adquirido prestigio y podían tomar decisiones centralizadas.

Cada pachaca (asentamiento) de Caral era autosuficiente y estaba poblado por ayllus (grupo de familias con un antepasado en común) bajo el liderazgo de un jefe denominado Curaca. Este se encargaría de administrar los tributos, cultos y de dirigir las grandes construcciones de la ciudad. Por otro lado, en un nivel jerárquico mayor, se encontraba el huno, este estaba por encima de los curacas y era el representante del valle en general. El huno residía en la ciudad central y se encargaba de dirigir la política de Caral.
La economía de Caral se respaldaba en la actividad agrícola y pesquera, de donde conseguía importantes excedentes para luego realizar intercambios comerciales con otras poblaciones. A través de la construcción de terrazas, Caral estableció un sistema de riego que facilitó el cultivo en el Valle. La actividad agraria consistía en la producción de: poroto; batata, zapallo, calabaza, papa, maní, palta, ají, maíz, etc. En cuanto a la actividad pesquera, se destaca el aprovechamiento de: anchovetas, choros y machas, todo extraído del Océano Pacífico.
Religión ³
La religión fue el medio que mantuvo la unidad cultural en el Valle y la herramienta utilizada por el estrato dirigencial para establecer el orden jerárquico de aquellas comunidades. La Cosmovisión del pueblo de Caral estaba en armonía con la preservación de su medio ambiente, ubicándose como parte del universo y la naturaleza.
La religiosidad de Caral era comúnmente expresada por medio de ceremonias y ritos, donde se congregaban en las plazas y salones ceremoniales. En ellas participaba masivamente la sociedad a través de festines, danzas, etc. Se estima que Caral era politeísta, es decir, creían en varias divinidades; y que la ciudad de Caral era el centro religioso del Valle, donde asistían a sus ceremonias poblaciones de distintos puntos de la región, incluso se cree que asistieron personas de zonas más alejadas.
Bibliografía
¹- Artículo de Nationalgeographic.
²- Mandrini, Raúl. América aborigen: De los primeros pobladores a la invasión europea. Siglo Veintiuno Editores S.A. 2013.
³- Artículo de zonacaral.
Ramírez Beltran, Javier. Civilización Caral (Supe)- Lima- Perú. Su historia y difusión. Universidad Nacional del Sur.

Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.