Batalla de Junín
La batalla de Junín fue un enfrentamiento bélico entre realistas y patriotas que tuvo lugar en Perú en el año 1824, durante la Guerra de la Independencia de Perú luego de las independencias de Argentina y de Chile.
Esta batalla, que también recibió el nombre de Batalla silenciosa, dado que solo se utilizaron armas blancas (sables y lanzas) fue definitiva en la independencia de América, puesto que allanó el camino para la batalla de Ayacucho, 4 meses más tarde.
A continuación, te contamos las razones de esta batalla…
El contexto ⁽¹⁾
Tras la Abdicación de Bayona Carlos IV y su hijo, Fernando VII, se ven obligados a abdicar en favor de Napoleón Bonaparte. En este contexto, se empieza a pensar en la posibilidad de la pérdida de control absoluto por parte del imperio español en relación con las colonias.
De este modo, en 1811 inicia el proceso de independencia de Perú (junto con otros de Latinoamérica) y, con este hecho, se empiezan a producir levantamientos autónomos durante los primeros años (entre 1811 y 1815). Más tarde, se producen las campañas libertadoras del Sur (entre 1820 y 1822) y Campaña del Libertador del Norte (entre 1823 y 1824).
La batalla de Junín se produjo el 6 de agosto de 1824. Es decir, en el contexto de la tercera fase o período dentro de la Independencia de Perú, cuando el ejército realista (al mando de José Canterac) debe enfrentar al Ejército Unido al mando de Simón Bolívar.
Las fuerzas patriotas se encontraban, por aquel momento, desanimadas, puesto que venían de una serie de derrotas (como las de Torata y Moquegua o Zepita). El triunfo de la batalla de Junín elevó la moral del ejército y preparó el terreno para la victoria de Ayacucho, que fue crucial para la liberación de Perú del virrey y de la dependencia realista.
Las tropas y la batalla
Las tropas realistas eran superiores a las patriotas. Se estima que alrededor de 6000 u 8.000 hombres pelearon en defensa de los patriotas, mientras que las tropas realistas eran entre 9.000 y 10.000. El objetivo de esta batalla era recuperar el punto estratégico de la Sierra central peruana.
El 2 de agosto, Simón Bolívar enunciaría este mensaje para sus tropas:
“¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.
¡Soldados! Los enemigos que van a destruir se jactan de catorce años de triunfos. Ellos, pues, serán dignos de medir sus armas con las de ustedes que han brillado en mil combates.
¡Soldados! El Perú y la América toda aguardan de ustedes la paz, hija de la victoria, y aún la Europa liberal les contempla con encanto porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del Universo. ¿La burlaran? No. No. Ustedes son invencibles”.
Durante la misma, se produjeron bajas realistas en más de 350 hombres (muchos de ellos eran sus mejores hombres) y casi un centenar resultaron prisioneros. Por el lado patriota, solo hubo 45 fallecimientos y 100 heridos. Esto impactó negativamente en la moral de los realistas, quienes retrocedieron desordenadamente.
Más tarde, ya sea por enfermedad o deserción, se perdieron otros 3000 efectivos realistas.
Tras esta batalla, es apartado de la función José Canterac y es reemplazado por el mismo virrey José de la Serna. Al mismo tiempo, la campaña ofensiva realista, bajo el mando de Gerónimo Valdéz, tuvo que detenerse y reagruparse a las órdenes del virrey.
El 13 de agosto, Bolívar enunciaría el siguiente mensaje para sus tropas:
“¡Peruanos! La campaña que debe completar la libertad ha empezado bajo los auspicios más favorables. El ejército del general Canterac ha recibido en Junín un golpe mortal, habiendo perdido, por consecuencia de este suceso, un tercio de sus fuerzas y toda su moral.
Los españoles huyen despavoridos abandonando las más fértiles provincias, mientras el general Olañeta ocupa el Alto Perú con un ejército verdaderamente patriota y protector de la libertad.
¡Peruanos! Bien pronto visitaremos la cuna del Imperio peruano y el templo del Sol. El Cuzco tendrá en el primer día de su libertad más placer y más gloria que bajo el dorado reino de sus Incas.»
Cuartel General del Ejército Unido de Huancayo, 13 de agosto de 1824.
Esta batalla gestó bases importantes para la posterior batalla y victoria de Ayacucho en diciembre de 1824, que marcaría la independencia definitiva de Perú y de América del Sur.
Dato histórico
El 6 de agosto de 1825, un año después de librarse esta batalla, se firma el acta de la independencia de Perú, en conmemoración a dicha batalla.
Bibliografía
¹– Basadre Grohmann, Jorge (1999) [1939]. Historia de la República del Perú (Octava edición). Lima: Diario La República.
– Liévano Aguirre, Indalecio (1983). Bolívar. Madrid: Cultura Hispánica del Instituto de Cooperación Iberoaméricana.
– Rosas, C., (2021), La Lucha por la Independencia, Nueva Historia del Perú Republicano, Editorial Derrama Magisterial, Perú.
-Batalla de Junín. Consultado el 15 de enero de 2023. Disponible en Wikipedia.
-Batalla de Junín, punto de giro en independencia Latinoamericana. 6 de agosto de 2023. Disponible en telesurtv.
-Batalla de Junín. Consultado el 17 de enero de 2024. Disponible en enciclopediadehistoria