Batalla de Caseros (3 de Febrero de 1852)
La Batalla de Caseros fue un conflicto bélico que enfrentó, por un lado, a las fuerzas de la Confederación Argentina leales al gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, y. por el otro lado. al llamado “Ejército Grande” liderado por Justo José de Urquiza y conformado principalmente por soldados del Imperio de Brasil, Uruguay, Entre Ríos y Corrientes. El combate se llevó a cabo el 3 de Febrero de 1852 en los campos de Caseros, Buenos Aires.
¿Cuales fueron las causas y consecuencias de dicha batalla? ¿Por qué fue tan importante? ¡A continuación les brindaremos las respuestas sobre este evento fundamental de la historia argentina!
Antecedentes⁽¹⁾
Si bien no existía una organización constitucional para el país, la Confederación Argentina existía como “hecho” bajo el dominio de Buenos Aires. Las provincias habían delegado al gobierno bonaerense la representación para las relaciones exteriores. Rosas constantemente insistía en que no se debía tener urgencia en crear crear un gobierno central para todo el territorio de la confederación y tampoco se debía apresurar la redacción de una constitución en común. La defensa de este argumento se basaba en que primero cada provincia debía lograr una estabilidad interior, algo que el caudillo porteño veía lejos de haberse logrado.
En realidad, la elite de Buenos Aires buscaba que su provincia sea el centro de la federación y dominar desde su propio territorio al conjunto del país, sin perder por eso su autonomía. De este modo, Buenos Aires podía ser una ciudad rectora sin tener que pagar el costo de ser capital y evitar repartir los recursos derivados del comercio de su puerto.
Buenos Aires venía experimentando un proceso de expansión ganadera sin rivales (gracias al debilitamiento y crisis de las provincias litorales y la Banda Oriental). Sin embargo, Entre Ríos logrará recuperarse económicamente. Este reflote generará conflictos con Buenos Aires. El monopolio del comercio exterior ejercido por esta y la prohibición de la libre navegación de los ríos se convertirán, finalmente, en la causa del conflicto que terminará por derrocar al régimen rosista.
La famosa “Guerra Grande”, en la actual Uruguay, y el bloqueo anglo-francés en Buenos Aires lograron estimular la economía de Entre Ríos que se logró convertir en el principal proveedor de Montevideo.
Justo José de Urquiza era gobernador de la provincia entrerriana desde 1841 y formaba parte de los principales empresarios ganaderos de la Confederación. Si bien en un principio fue aliado de Rosas, paulatinamente, Urquiza se irá alejando de la influencia de este y aglutinará bajo su égida a distintos opositores del caudillo porteño.
Uno de los principales opositores a Rosas era el Imperio Brasileño, el cual pretendía la libre navegación del Río Paraná para fines comerciales. Por su parte, Rosas veía esta pretensión brasileña como demostración de la voluntad del imperio de expandirse hacia el Río de la Plata. Otro gran opositor al rosismo fue el gobierno de Montevideo bajo las órdenes de Joaquín Suárez.
En 1851 se rompieron las relaciones entre la Confederación Argentina y el Imperio de Brasil. Por otra parte, el 1 de Mayo de 1851 se produjo el pronunciamiento de Urquiza. Es decir, el gobernador entrerriano aceptó la renuncia, falsa y escenificada, de las relaciones exteriores que reiteradas veces Rosas realizó en forma de ritual. Por ende, Entre Ríos reasumió la capacidad de relacionarse directamente con los otros gobiernos del mundo. A su vez, el gobernador entrerriano expresó su voluntad de lograr la Organización Nacional bajo una Constitución, algo que Rosas constantemente posponía.
Según Urquiza, el nuevo orden nacional debía asegurar que Buenos aires no impusiera su hegemonía sobre las demás provincias. Vale destacar que el principal objetivo del caudillo entrerriano era la apertura de los ríos interiores al comercio exterior.
El Pronunciamiento significó una declaración de guerra al régimen rosista. Sin embargo, sólo Corrientes adhirió al pronunciamiento. Tiempo más tarde, Urquiza formaría una alianza con el Imperio de Brasil, el gobierno de Montevideo y Corrientes. Con su colaboración, Brasil aseguraba su posesión de las Misiones Orientales y el permiso de navegación de los ríos interiores de la Cuenca del Plata.
Las tropas brasileñas y las de Urquiza combatieron juntas contra las fuerzas del aliado oriental de Rosas, Manuel Oribe, en la actual Uruguay y vencieron. Muchos de los hombres de Oribe y gran parte de su armamento pasaron al bando opositor del rosismo y conformaron el llamado Ejército Grande (formado por soldados de las tres naciones).
Luego, un tratado celebrado entre Uruguay, Brasil y los Estados de Entre Ríos y Corrientes ratificó el propósito de la coalición, que no pretendía hacer la guerra contra la Confederación Argentina sino liberar al pueblo argentino de la opresión de Rosas.
“ ...Art. 1° Los estados aliados declaran solemnemente que no pretenden hacer la guerra a la Confederación Argentina, ni coartar de cualquier modo que sea la plena libertad de sus pueblos, en el ejercicio de los derechos soberanos que deriven de sus leyes y pactos o de la independencia perfecta de su nación. Por el contrario, el objeto único, a que los estados aliados se dirigen, es libertar al pueblo argentino de la opresión que sufre bajo la dominación tiránica del gobernador don Juan Manuel de Rosas…”
Asambleas Constituyentes Argentinas, Tomo VI, 2° parte, pág. 451.
El siguiente paso era atacar Buenos Aires. En diciembre de 1851 el Ejército Grande cruzó el Río Paraná y se internó en la provincia bonaerense. A la coalición se le habían sumado hombres de Santa Fe, Rosario y San Nicolás. Allí tuvieron lugar una serie de combates esporádicos en el que las fuerzas rosistas fueron perdiendo terreno. Finalmente, un Martes 3 de Febrero de 1852, a las 7 de la mañana y en los campos de Caseros, tuvo lugar el enfrentamiento definitivo entre las fuerzas leales a Rosas y el Ejército Grande.
Desarrollo de la Batalla ⁽²⁾
Los soldados del Ejército Grande totalizaban 24.000 hombres, mientras que las fuerzas rosistas contaban con 23.000. Ambos bandos contaban con 50 piezas de artillería. Al parecer, el desorden fue un elemento presente a lo largo de la contienda. Las fuerzas gauchas de Urquiza y gran parte del ejército improvisado de Rosas no estaban habituados a las complejas tácticas de combate. Los únicos soldados verdaderos eran los 3 mil hombres brasileños que formaban parte de las fuerzas de Urquiza y que lograron tomar el Palomar (una bastión defensiva del bando rosista).
Según distintos biógrafos no hubo demasiada resistencia por parte de las filas rosistas. Únicamente la artillería de Chilavert y el regimiento de Pedro José Díaz demostraron disciplina y la decisión de seguir luchando hasta el final. El resto de las tropas de Rosas se desbandaron y cayeron en un completo caos organizativo.
Al mediodía la derrota estaba sellada con únicamente doscientas bajas en conjunto (la mayoría correspondientes al bando rosistas).
A las 15:00 hs todo había terminado. El Ejército Grande fue el vencedor y ocupó la zona de Santos Lugares y desde allí Urquiza, acompañado de algunas divisiones, partió a Palermo donde instaló su cuartel general. Por su parte, Rosas había sido herido de bala en el pulgar de la mano derecha y cabalgó hacia el sudoeste de Buenos Aires. Tiempo más tarde redactó su renuncia en Hueco de los Sauces. Finalmente, el caudillo porteño ayudado por el cónsul británico, Robert Gore, partiría rumbo al exilio en Inglaterra.
Consecuencias
La batalla de Caseros marcaría el final de la Época de Rosas y su régimen de 17 años. Por ende, las consecuencias fueron notorias:
- El exilio de Rosas provocó el derrumbamiento de su régimen y organizaciones, por ejemplo: La Sociedad Popular Restauradora y La Mazorca.
- Cuando las tropas del Ejército Grande y Urquiza se establecieron en una Buenos Aires ya derrotada, tuvo lugar una serie de ejecuciones de adherentes radicales del rosismo.
- Urquiza pasará a ocupar un lugar clave y de preeminencia para el futuro de la organización del territorio de la Confederación Argentina.
- El camino hacia la institucionalización , luego de tantas demoras generadas por el rosismo, quedaba allanado. Sin embargo, no será tan sencillo establecer una Constitución respetada por todas las provincias.
- Luego del Acuerdo de San Nicolás, se convocó a un Congreso Constituyente que en el año 1853 sancionó una Constitución que sería resistida por la propia Buenos Aires.
- Por más que el rosismo haya caído, tantos años de conflictos entre facciones y provincias no se resolvería rápidamente. Por ende, se dio inicio a una etapa de Organización Nacional que recién para el año de 1880 podría considerarse finalizado,
Bibliografía
¹ -Ternavasio, M., Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.
-Myers, Jorge. Orden y virtud. El discurso republicano en el régimen rosista. Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes. 1995.
-Ternavasio Marcela: Entre la deliberación y autorización. El régimen rosista frente al dilema de la inestabilidad política. En Goldman, Noemí. Salvatore, Ricardo. El caudillismo rioplatense, Nuevas miradas a un viejo problema, EUDEBA, 1998.
² -Ternavasio, M., Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.
-Lynch, John. Juan Manuel de Rosas, Buenos Aires, Hyspamérica, Buenos Aires.1986.
-López, Sarabia, Felisberto. Juan Manuel de Rosas. El caudillo y su tiempo. Buenos Aires, Libertador, 2007.
Historia – Universidad Nacional Tres de Febrero.
Instituto de Estudios Históricos – UNTREF.